Solo es un juego

4 |No había vuelta atrás

Sue

Me quedé quieta en mi lugar analizando a los dos chicos que se encontraban frente a mí.

El chico que estaba junto a Adrik, me miraba de forma pícara, mientras que Adrik se mantuvo en su lugar, con la misma cara inexpresiva de siempre.

—¿Sue, verdad? —me preguntó el chico al lado de Adrik.

—Sí —me limité a decir.

Realmente no sabía quién era. Solo quería que se fuera para terminar mi helado en paz.

—Mucho gusto —me extendió la mano, la cual no estreché—. Soy Aegan. Aegan Cash.

—Ajá —rodé los ojos—. ¿Lo que me tienes que decir es muy importante? Porque aún tengo hambre y quiero seguir comiendo.

El chico al ver que no estreché su mano, la guardó dentro del bolsillo.

—Solo quería decirte que al ser la primera en la lista, tienes más beneficios que las otras chicas. Si quieres descubrirlos, puedes...

—No quiero —lo corté.

—Bueno, si cambias de opinión estaremos...

—Esta universidad es grande, pero no es nada del otro mundo saber que los puedo hallar en cualquier pasillo de la universidad —rodé los ojos—. ¿Algo más?

—No —dijo Aegan, con los dientes apretados y se marchó junto con Adrik, quien en ningún momento cambió la expresión de aburrimiento de su rostro.

Yo comencé a seguir comiendo, mientras sentía las miradas de sorpresa de los chicos.

—¿Por qué me miran así? ¿Tengo algo en el rostro o qué? —me pasé una mano por la cara, desentendida.

—¿Estás consciente de lo que acabas de hacer? —Mary comenzó a agitar las manos—. ¡¿Cómo le vas a hablar así a un Cash?!

—¿Qué tiene? —me encogí de hombros.

—¿En serio no sabes quiénes son? Todos los que vienen a esta universidad lo saben.

—Hasta yo lo sé y soy muy despistado —rio Ismael.

—No, no sé y, ¿saben algo? Tampoco me interesa, ¿bien? Podrían ser los hijos de un bendito genio y me daría exactamente igual. ¿Entienden?

Los chicos levantaron sus manos en señal de rendición y se quedaron en silencio.

—Bien.

Cuando el ambiente se relajó un poco, comenzamos a hablar como si nada.

Mi celular vibró en cuanto dejé mi bandeja en su lugar.

Mike: ¿Hoy salimos?

Y una vez que le contesté, sabía que no había vuelta atrás.

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Holaa, hasta aquí el cuarto capítulo :)

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