Solo es un juego

21| La fiesta

Sue

«Cada vez estoy más cerca»

Esto fue lo único que pude decirme a medida que me acercaba a la mansión de los Cash con el vestido rojo carmesí que me había comprado con la miseria de mis ahorros.

Aunque tenía que admitir que estaba bastante bonito. El vestido era ajustado, con la espalda descubierta y tenía un pequeño tajo en las piernas que lucían largas por mi vestido.

Esto será divertido... ¿o no?

Supongo que ya lo descubriremos.

Ni bien llegué, me recibió un guarda que no tardó en preguntarme quién era.

—¿Nombre?

—Soy Sue —repliqué—. La novia de Adrik Cash, el dueño de la mansión.

El guarda abrió mucho los ojos y se quedó pensativo por un momento.

—Oh, sí... —apretó los labios—. Adrik Cash me dijo que te dijera que lo esperaras tras bambalinas. Dijo que tiene una pequeña sorpresa para ti.

—¿Sorpresa? —enarqué una ceja—. ¿Al menos se mencionó algo acerca de qué será?

El guarda negó con la cabeza.

—No, solo dijo que está ansioso de ver cómo te lo vas a tomar.

Yo asentí lentamente y en cuanto me dejó pasar, pude percibir ese característico ambiente en los que estaba la gente millonaria.

Uno con poder.

Porque cuando había venido con anterioridad a la casa de los Cash, ese ambiente estaba allí, pero ahora... era mucho más notorio.

Todos vestidos como si valieran un millón de dólares, con su hipocresía de siempre, pensando que realmente merecían todo el lujo que los chicos Cash les brindaron.

Incrédulos

A medida que avanzaba en el salón, pude darme cuenta de que todos los ojos estaban sobre mí y no tardé en sentir esos ojos grises en mi espalda. Así que yo solo me deslicé entre la gente con mi máscara roja que hacía juego con mi atuendo y me detuve tras bambalinas, tal como él lo pidió.

No tardó en aparecer con una sonrisa en el rostro. Se encontraba vestido con un traje negro a la medida, el pelo perfectamente despeinado y una máscara morada. Sus labios se encontraban ligeramente rojos e hinchados y su mirada era una mezcla entre diversión y misterio.

¿Qué se traería entre manos?

—Hola, novia mía —me agarró por la cintura y me dio un profundo beso en los labios que me dejó sin respirar, hasta que me miró a los labios nuevamente—. ¿Lista para lo que se te viene?

Yo enarqué una ceja, confundida y antes de poder decir nada, el telón del gran escenario subió y en cuanto pude enfocar la visión... me di cuenta de que todos nos estaban mirando.

Y también vi algo que no me imaginé.

Pero para saberlo tendrán que esperar.

—Buenas, buenas, invitados —Adrik sonrió, con el micrófono en mano—. Como todos saben, Sue es la primera chica que estaba en mi lista de «novias Cash» —todos rieron. ¿Qué estaba haciendo?—. Fue muy divertido tenerla como novia. Ya saben, hasta llegamos a follar en la universidad.

Oh, no.

Idiota. Idiota.

—Yo...

No me dejó decir nada, porque él prosiguió: