Solo es un juego

12| El primero

Sue

Entré a la residencia con Mike y ambos fuimos observados por tres pares de ojos: Jen, Naya y Will.

—¡Hola! —saludé—. ¿Cómo est...?

—¡SUEEEEEEE! —Naya corrió a abrazarme—. ¡¿Cómo está la universitaria?!

—Naya —susurró Mike—. No es por nada, pero creo que la estás ahogando.

Y así era, efectivamente. Creo que unos segundos más en los brazos de Naya y dejaría de respirar.

—¡Yo no la estoy ahogand...! —ella volteó a verme y me soltó enseguida—. ¡¡¡Lo siento!!!

—Descuida —le resté importancia—. Solo dame unos minutos para que mi alma regrese a mi cuerpo.

—¿Cómo te trata la universidad? —me preguntó Will—. ¿Algo interesante?

Yo negué con la cabeza, algo divertida y me senté con Naya y Mike en la mesa con Will y Jen.

Will se veía tan bien como siempre, debo admitirlo.

—La verdad no —me encogí de hombros.

—¿Algún chico? ¿Mhmm? —me preguntó Naya, con una ceja enarcada.

Yo tragué grueso y miré a Mike, quien ahora estaba algo sumido en su tazón de cereales.

A veces me preguntaba si debía sincerarme con él de lo que ocurrió con Adrik, pero otra parte de mí no quería lastimarlo.

Además, no había sido nada importante, ¿verdad?

—No... —me encogí de hombros—. Ningún chico.

Se me puso la piel de gallina cuando Mike me apretó con afecto la rodilla por debajo de la mesa.

Alcé un poco la mirada para encontrarme con sus ojos y me miraba a mí. No miraba mi escote o mis piernas.

Me miraba a mí.

Y eso me encantaba.

—Por cierto, Sue —Will se aclaró la garganta—. Mike ya nos contó todo.

Luego de procurar que, efectivamente, nadie veía la mano de Mike en mi rodilla comencé a hiperventilar.

Era como si mi mente hubiera comenzado a hundirse en la desesperación.

—¿Qué...? ¿Qué es lo que saben?

—¡Ay, no seas mensa! —rio Naya—. Mike ya nos contó que desde que estás en la universidad eres sonámbula y que hablas dormida y que haces cosas...

Pestañeé varias veces, intentando comprender.

—¿Qué...? ¿Qué clase de cosas?

—¡Que sueñas que estás en el final de un show y comienzas a aplaudir!

Oh, no.

Miré a Mike con los ojos entrecerrados y él solo se encogió de hombros, apenado.

Antes de que pudiera decir cualquier cosa, miré a Jen quien no había emitido una palabra en toda la comida.

—¿Cómo te encuentras, Jen? —pregunté.

Jen cuando escuchó mi pregunta levantó la cabeza hacia mí. Y para ser honesta, no la veía muy bien. Había ojeras bajo sus ojos, lo que significaba que no estaba durmiendo muy bien y los tenía algo rojos.

—Hola, Sue —me sonrió—. Nada, es solo que... estoy preocupada por Jack. Desde que nos casamos no ha estado muy bien últimamente...

De pronto hubo silencio.

—Sí —Naya se encogió de hombros—. No sabemos qué le pasa y...

Sus palabras quedaron en el aire cuando Jack entró por la puerta. Su aspecto lucía algo descuidado y su cabello estaba despeinado.

—¡Jack! —sonrió Naya—. ¡Mira quién está aquí! ¡Sue, la universitaria!

Jack solo me miró y me sonrió de manera torcida. Luego procedió a venir hacia mí y darme un abrazo.

Y cuando lo hizo pude ver algo en él. Algo en su chaqueta.

Y no me gustaba nada, porque creo que lo había visto en algún lado.

—¿Todo bien, Sue?

Yo asentí y luego de replicar, se fue junto con Jen a su habitación.

Aunque Jack y Jen estaban casados venían algunas veces a la residencia para estar con nosotros. Era muy bonito de su parte.

Luego de hablar un poco con Naya y Will —y procurar que se fueran a sus habitaciones— entré con Mike a mi habitación.

Todo estaba tan bonito como siempre. Los libros perfectamente ordenados en mis estantes, mis cojines limpios y en el lugar exacto en el que me gustaban y...

—¿Sue?

De pronto sentí esa pregunta como un susurro en mi oído, mientras las manos de Mike me agarraban suavemente por la cintura.

—¿Mike...?

Quise hablar, pero me calló enseguida pegándose más a mí de forma que podía sentir su calor.

—Tenemos un asunto pendiente —nuevamente quise hablar, pero me callé nuevamente cuando mordió mi lóbulo de la oreja—. ¿Te acuerdas de eso, acaso?

Y claro que me acordaba de eso. De hecho lo había pensado más de lo que debería.

—Mike... sabes que nunca...

—Ya lo sé —tragó grueso—. Sé que nunca tuviste relaciones con un chico. Que yo sería el primero con el que lo harías. Solo quiero saber si estás cómoda con esa idea.

Después de meditarlo por mucho tiempo... sabía que la respuesta era «sí».

Él debía ser el primero.

Lo sabía por la forma en la que me miraba, en la que me tocaba, y no hablo de una forma exagerada o vulgar, sino dulce.

Y de pronto hubo un silencio entre nosotros, en donde él a medida que pasaba iba besando cada parte de mi cuello de forma suave hasta llegar a—casi— quitarme la blusa.

—¿Sue? —me quitó de mi ensimismamiento.

—¿Sí?

—Solo quiero que sepas que ni por un momento decirme que «sí» es una obligación. Y esa es tu decisión, seré respetuoso. No te haré sentir incómoda ni por un segundo. Tienes toda mi atención, agente Susie.

—Mike, yo... —me agarré fuerte de sus brazos que aún me sostenían—. Sí, quiero que seas el primero.

Solo me hubiera gustado decirle por un segundo que siempre supe que él sería el primero.

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Holiss, aquí reportándome:)

Gente, porfis, ¡no se enojen porque lo dejo hasta aquí!🥺 Creo que el momento Suke debe ser súper especial y todo a su tiempo. Dentro de poco va a haber nueva actualización(tranquis, voy a continuar esta escena, no la voy a dejar a medias y van a haber más momentos Suke). Paciencia, paciencia *inserta meme*

Recordatorio amigable:
Es un fanfic. Es ficción. Estoy dejando volar mi imaginación. Solo disfruten. Amor y paz 💕

No se olviden de votar. *Les da una papita*

Gracias por el apoyo y por leer, hasta el siguiente capítulo🥰🥺