Cuando Daniela descubrió que para conquistar a Adrián (el chico del que había estado enamorada desde hacía muchos años) debía tener experiencia en el sexo (cosa que no tenía para nada), decidió experimentar con su mejor amigo, Joshua.
Y es cuando a...
Esa noche, me había desilusionado pero solo un cincuenta por ciento, mi corazón latió desenfrenado, ¿Acaso Adrián estaba enamorado de mí? .
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Me sentí tan bien ante sus caricias.
Sólo estaba ahí, dejando que hiciera todo lo que quisiera conmigo.
Quizás debí atreverme a hacerle algo a él, pero no, tampoco existían muchas fuerzas.
Él me miraba, de una manera tan extraña. Mis manos temblaban, mis ojos lo observaban con detenimiento, con miedo y pasión.
¿Qué hacía conmigo? ¿Qué estaba haciendo realmente conmigo?.
No lo pensé por mucho tiempo. Su beso me sedujo.
Me terminó de recostar por completo en la isla, y se subió encima de mí—. Eres tan dulce —dijo tan cerca de mi oído antes de levantarse y quitarme mi jeans.
Luego lo vi, con aquella sonrisa de lado, con su pelo despeinado, quitándose aquella franela y quedándose en bóxer.
Lo vi, su pene tan marcado, su abdomen, sus piernas, sus músculos, su pecho... Era algo a lo que no estaba acostumbrada, no podía parar de mirarlo como una estúpida.
Oh, por Dios, era Adrián.
Era el chico por el que había estado loca todo este tiempo...
Estaba casi desnudo frente a mí.
Con aquel cuerpo que parecía esculpido con perfección.
—¿Te gusta? —preguntó—. Porque realmente no paras de mirarme.
Se subió de nuevo a la isla y se acercó lentamente. Sus palabras resonaban en mi mente, no podía soportar nada de esto, mi corazón no estaba listo para esta escena.
Donde él me besara y tuviésemos sexo de manera extraña. No, sin dudas, no estaba lista.
Él tomó mi mano e hizo que lo acariciara... Aquel pecho grande y hermoso... Se quedó sentado encima de mí, también hizo que tocara su... S-Su p-pene.
Alejé mi mano asustada, estaba tan duro, no había tocado un pene antes... Pero él hizo que lo tocara de nuevo.
