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En pasos sigilosos y sin mucho que ver a su alrededor, Takemichi seguía desde atrás a Mikey, mismo que se detuvo después de pasar por algunos cuartos. Una puerta enorme se hallaba frente a ellos, misma que el de cabellos blancos abrió sin más dejando ver una enorme cama junto con varios muebles. El cuarto estaba sobre todo en la oscuridad, pero no tanta como para no dejar ver a los alrededores. Mikey tomó la mano de Hanagaki para atraérlo hacia él, así como empujaba la puerta para cerrarla en un sólo movimiento.

— Anda Takemicchi, no seas tan tímido. — Hablo Manjiro haciendo que mejillas de Hanagaki se inundaran en suave color carmín, a la par que risas nerviosas salían de sí y mirada desvíaba a otros lugares.

— A-Ah ¡YA SÉ JAJA! Deberías explicarme mejor lo que debo hacer Mikey-kun. 

Una mueca se vió reflejada en el rostro ajeno, aquellas que bien se sabían era por que a Mikey no le gustaba la idea que le daban. Dejó a Takemichi de espaldas a la cama, misma a la que le hizo acostarse para colocarse sobre él. Takemichi tragò saliva en seco ante la acción, sintiendo como el corazón le iba al mil por hora.

— Takemicchi, no quiero hablar de eso ahora, sólo quiero tocarte y no estoy de humor para preguntar si quieres.

Escalofrio fue el que sintió el rubio recorrer su espalda, a la par de que Mikey metía manos de forma descarada por debajo de la prenda superior del chico, provocando con ello que Hanagaki cerrara los ojos ante las acciones llevadas a cabo.

— Estoy celoso, Takemicchi, no me gusta que en ese futuro estuvieras con Hinata y no conmigo. — Declaró Mikey, a la par que continuaba paseandosus manos a lo largo y ancho de la piel del pelirubio.

Takemichi colocó sus manos sobre hombros ajenos, en un vano intento de querer frenar aquello pues la sensación que tenía en esos momentos le resultaba de lo más extraña.

— M-Mikey-kun, detente por favor... — Volvió a pedir Takemichi, pero como si sus palabras hubieran sido tal como el fuego y la gasolina, aquello sólo provocó que Mikey lo hiciera aún más a propósito.

— Dime, Takemicchi, ¿Sigues pensando en ella? ¿Crees que ella sería mejor de lo que yo soy contigo? —Habló el peliblanco, deteniendo sus manos a la altura de los pezones de Hanagaki, mismos donde dió un suave apretón haciendo que el pelinegro se estremeciera al contacto.

— ¡M-MIKEY-KUN, DIJE QUE PARARAS! 

— ¿Estás seguro? Apenas inicio y ya estás duro. — Contestó Manjiro, y no mentía. Dentro de los pantalones de Hanagaki se sentía apretado, incómodo ya debido a la erección que ni el mismo supo como fue provocada.

Se mordió el labio, siendo insistente en quitar a Mikey de encima suyo, suficiente tenía en ese día y eso que era el primero antes de volver. La mano de Mikey fue a parar al rostro ajeno, mismo que sujetó con algo de fuerza para obligarle a verle.

Takemichi podia notar con mayor detalle aquellas ojeras que decoraban el rostro ajeno; parecía que Mikey no dormía bien, y a pesar de las circunstancias en las que estaban ahora eso no detenía el hecho de que se preocupaba por él.

En ese momento Takemichi se dió por vencido; ambas manos fue a colocarlas sobre las mejillas de Manjiro donde las acarició de forma lenta, y uno de los pulgares subìo un poco para acariciar por debajo del ojo de forma lenta y delicada.

— Mejor hay que dormir, Mikey-kun.

Aquellas palabras desconcertaron al chico, no recordaba que Takemichi fuese tan dulce hasta que volvió el Takemichi del futuro, pero aquello le brindó suficiente paz. No dijo ni hizo nada más, se quitó de encima del pelirubio para colocarse a un lado suyo. Takemichi al ser liberado fue que se arrastró por la cama para poder quitar las cobijas y meterse en ellas, abriendo los brazos en espera de Mikey.

El peliblanco notó aquella acción, por lo que sin reclamos fue hasta ahí donde se dejó envolver entre los brazos de Hanagaki, a la par que abrazò al ajeno con suavidad.

— No te vayas. — Murmuró Mikey, antes de cerrar los ojos y quedarse dormido.

Burn. © (TakeMikey)Where stories live. Discover now