15

286 37 2
                                    

La misión que tenía Takemichi dió marcha. Justo en el punto de la noche tanto él como Ran se encontraban en una de las salas privadas tal y como lo habían planeado por la mañana.

Rindō no estaba con ellos, él había ido por Souya y sabían que no tardarían demasiado debido a que tenía un tiempo ya de que se había ido. El Haitani mayor junto con Hanagaki disfrutaban de un trago mirando desde las alturas a sus alrededores, aunque Takemichi se sentía un poco nervioso ante aquél ambiente.

Claramente no iba a poder irse sin avisar a Mikey, por lo que antes de alistarse le contó al de hebras blancas que tenía muchas ganas de conocer la discoteca que estaba a cargo de Kakuchō, haciendo que irremediablemente Mikey lo acompañara, pero por fortuna uno de sus socios estaba ahí así que estaba a solas en esos momentos ya que Sano permanecía en discusiones en otro lugar de aquél recinto.

Tras unos minutos Kakuchō llegó como había prometido, tomando asiento frente al par y acercándose cada uno un poco para poder escuchar mejor lo que tenían que decir.

─ Como te dije, Hanagaki, no tiene sentido que vengas a inspeccionar aquí, ya te dije que me gusta hacer las cosas limpias, y de ninguna manera traicionaría a Mikey. ─

─ No quiero desconfiar de ti, Kakuchō-kun, pero si no hacemos algo de lo que valga la pena esta noche estoy seguro que esto sobrepasará todo, incluso a Mikey-kun. ─

El de cicatriz simplemente rodó los ojos; como siempre todo tenía que ser tal y como Takemichi quería. Este mismo cruzó una de sus piernas, mirando al montón de gente que había en el segundo piso y estirando un poco el cuello haciendo un ademán de que observaran.

─ Aquellos de por allá han estado viniendo muy frecuentemente. No tengo problema con ello porque al final gastan su dinero en nosotros, pero es inquietante debido a que ellos controlan otra zona y no tendrían por qué estar aquí. ─

Takemichi dió un vistazo escuchando la explicación que le daba el chico. Sin duda podía apenas y reconocerlos, pero no estaba seguro de si sería un buen momento para sospechar de ellos. Volvió a recargarse en el sofá, cuando su vista de pronto fue directo a cierto montón de cabellos azules que llamó su atención: era Angry, y nadie más lo estaba escoltando de Rindō.

─ Já~ no puedo creer que lo haya hecho, es una locura. ─ Exclamó Ran enseguida que soltaba una risotada.

Takemichi estaba igual o más sorprendido que su mayor ¿Qué le pasaba por la cabeza a Angry al aceptar salir con Rindō? Estaba nervioso justo en esos instantes, esperaba que Mikey no los viera o estarían muertos.

─ Angry no vestiría así. ─

─ Se lo compró Rindō, es todo un romántico pero también es idiota para las citas. ─ Contestó Ran en voz alta para que el de hebras pelinegras pudiera escucharlo.

Takemichi si inclinó hacia delante, recargando su mentón en las manos que había entrelazado en esos momentos, pensativo de cómo sacar más información. Tras unos segundos no le quedó más remedio que una solución: ir y hablar directamente. Sabía que era el centro de atención, ser la pareja de Mikey tenía sus ventajas debido a que no había persona que no quisiera hablar con él.

─ Iré a hablarles. ─

Ran elevó una ceja, así como Kakuchō que permanecía a un lado miraba intrigado a Hanagaki.

─ ¿Ahora? ¿Ese es tu gran plan? ─ Cuestionó el de cicatriz.

─ Si, no tengo más remedio además de que aún estoy en buenos términos con ellos. ─

Ran y Kakuchō se miraron el uno al otro. El de cabellos oscuros sólo atinó a soltar un suspiro pesado, poniéndose de pié y dejando su trago sobre la mesa.

Burn. © (TakeMikey)Where stories live. Discover now