Burn. © (TakeMikey)

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Al siguiente día tal y como había pedido Chifuyu, Takemichi se encaminó al lugar acordado. Para esa situación no vestía más allá que un pantalón oscuro, así como una camiseta y llevaba su teléfono celular.

Para ello, pidió a sus hombres que lo dejaran algunas cuadras atrás, y que se quedaran cerca para cuidar de que nadie hiciera problemas en lo que él resolvía sus asuntos.

El pelinegro entró a la cafetería, buscando con la mirada al de cabellos rubios mismo que elevó su mano y agitó la misma de un lado a otro.

─ ¡Compañero! ─ Exclamó Chifuyu con una sonrisa sobre sus labios, que denotaba lo alegre que estaba de verlo.

Takemichi hizo lo mismo al formar una sonrisa de oreja a oreja, a la par que meneaba su mano de un lado a otro y se acercaba a donde el chico se encontraba ya sentado.

─ ¡Chifuyu, no creí que serías tan puntual! ─

─ Ah, es que calculé mal el tiempo y llegué más temprano, o seguro hubieramos llegado a la par. ─

Una destellante sonrisa fue mostrada por el chico de hebras rubias más largas, haciendo que Takemichi tomara asiento en la otra silla que sobraba de ahí mientras soltaba una risilla a la par.

─ Igual siempre eres muy puntual, Chifuyu. ─

Un chico que atendía el establecimiento se acercó a ambos, dejando el menú del lugar se retiró a los segundos haciendo que estos dos miraran el contenido del mismo.

─ Ya quería verte, Takemichi. Estaba preocupado ¿Por qué demonios desapareciste así sin más? ─ Mencionó en un tono duro Matsuno, quien asomaba sus ojos por encima del menú que veía.

No creía que Chifuyu se molestaría por una cosa como esa, y que mal se sentía tener que mentirle a su mejor amigo pero era necesario si quería mantenerlo a salvo.

─ Obtuve algunas pistas y necesitaba averiguar que es lo que pasaba, lo importante es que estoy bien ¿No? ─

Chifuyu no pudo renegar nada a que la seguridad de Takemichi era lo esencial, de todas maneras se las arregló para sacar un buen comentario para reprimirlo.

─ ¡Y se supone que hacemos esto juntos! ¿Qué hace diferente esto de lo anterior? ─

Takemichi no pudo decir otra palabra. El de hebras negras atinó a morderse un poco el interior del labio inferior, la mentira sentía que se iba desmoronando y claramente no iba a ceder a eso, por lo que seguramente por las palabras que estaba a punto de decir se iba a arrepentir en el futuro.

─ Ya no necesito tu ayuda. Esto es peligroso Chifuyu y lo único que quiero que hagas es que te mantengas a salvo. ─

Eso consternó al chico haciendo un rostro lleno de más confusión mezclado con preocupación. Volvió a negarse, se aferraría a ayudar a Takemichi hasta el final si era necesario.

─ No Takemichi, no voy a dejar que otro amigo me aleje de nuevo. ─ Habló Matsuno, manteniendo aquella mirada seria que no era propicia de él. Ahí fue que Takemichi se dió cuenta que hablaba enserio, y que no iba a poder alejarlo de su vida; Chifuyu estaba realmente dispuesto a seguirlo a donde fuera.

El pelinegro al no saber como refutarle, se pasó la mano por los cabellos a manera de acomodarlos un poco: no le iba a decir la verdad, pero iba a tratar de hacerle entender que quizá no iban a poder verse más.

─ Dejaré que me ayudes, con la condición de que no me sigas. Seguiré diciéndote si estoy bien y eso pero no trates de averiguar en dónde estoy ¿Está bien? Promételo, Chifuyu. ─

El blonde no se veía muy convencido con eso, pero la determinación de su amigo le indicaba que no aceptaría otra negativa de su parte, por lo que sin mucho que agregar simplemente afirmó con la cabeza.

─ ¡Si pasa una semana y no tengo noticias de ti, te buscaré! ─ Advirtió, haciendo que Takemichi asintiera con media sonrisa.

Ambos se quedaron aún un rato más en el lugar. Chifuyu le platicó al pelinegro sobre las cartas que estaba enviando a Kazutora, así como la autentica preocupación que mostraba el de pendiente de cascabel ante lo que estaba sucediendo afuera.

Takemichi aprovechó esa situación para aligerar las cosas, diciéndole algunos comentarios en broma a Chifuyu sobre su relación con Hanemiya que obligaban a Matsuno a pintar involuntariamente sus mejillas en tonos carmesí; Hanagaki estaba aliviado de que Chifuyu tuviera a Kazutora para que le cuidase.

Tras un par de horas Chifuyu miró el reloj en su muñeca, levantándose de su lugar al ver lo tarde que era.

─ Maldición, mi madre me pidió pasar por unas cosas a la tintorería y si llego a casa sin ellas me matará. Me tengo que ir. ─

─ Está bien, igual debo irme de inmediato. ─ Agregó Takemichi levantándose de su lugar. Aprovechando eso, Chifuyu enseguida fue hasta donde el chico y le dió un abrazo.

─ No hagas nada estúpido, compañero. ─

Takemichi en ese instante se sintió reconfortado ; volvió a recordar que simplemente era un joven, y el tener presente la carga que llevaba en esos momentos le abrumó casi al punto de querer llorar. Aguantó el sentimiento dando un abrazo un poco más fuerte al blonde, exclamando con tranquilidad.

─ Estaré bien, te lo prometo. ─

Tras eso deshicieron el abrazo. Chifuyu salió primero del local mientras que Takemichi se dió a la tarea de pagar la cuenta. Ya una vez saldado eso, salió tranquilamente ya que sus hombres debían estar sobre la siguiente calle esperándolo.

Sin embargo, pocos metros después de salir de ahi, algo rozó el costado de su oreja haciendo que por instinto se agachara. Alguien le había disparado y no tenía ni la menor idea de quién era el responsable pero lo primero que hizo fue correr hasta el automóvil.

Las personas que lo acompañaban se dieron cuenta de eso, saliendo enseguida a resguardarlo. Algunas balas se hicieron presente en el momento pero no podían distinguir con seguridad desde donde se veían venir. Takemichi subió al auto blindado enseguida de sus hombres, sin embargo, al entrar pudo percibir que en el vidrio trasero del auto había pegado una hoja de papel.

Mientras el auto huía del lugar trató de acercarse a mirar lo que tenía ya que pudo visualizar algo escrito. Fijando la mirada pudo observar mejor: un mensaje simple, era el dibujo de un reloj y ahí debajo de ese dibujo aparecían las palabras "tic,tac".