LXXIII. A la tumba.

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Hola calabacitas
¿Cómo están?

Bueno, yo estoy bien, el martes me metí a un zoom con Andrew y fue el mejor día de mi vida, pero equis.

Les cuento, no hablé con nadie de lo de Lucuis, no me sentía lista, de hecho, eso lo hablé unos años después.

Habían pasado unos días después de lo de Apolo, yo aún estaba muy distanciada de todos.

me encontraba yo sentada en un patio leyendo, recargada en la base de un árbol y el jardín estaba completamente solitario.

-Hola.—Me saludaron.
—Hola.—Saludé de regreso mientras cerraba el libro.

-¿Todo bien?—Me preguntó la voz conocida.
—Todo bien, Jamie.—Le sonreí.

Él se sentó a mi lado.

-¿Segura?—Preguntó nuestro queridísimo James Potter.—Te has distanciado un poco.
—Estoy algo estresada—Dije.—Necesitaba estar sola.

-Bien—Dijo levantándose.—Entonces supongo...
—Pero tú quédate.—Lo interrumpí antes de que se fuera.

Él me sonrió y se sentó de nuevo.

-Bien.—Contestó.

Yo recargué mi cabeza en el tronco del árbol para ver el cielo, James también recargó su cabeza en el tronco, pero me veía a mi.

Yo me hice la loca y fingí no darme cuenta.

Cuando por fin lo volteé a ver, él seguía viéndome e hicimos contacto visual, el cual yo corté y volví a ver el cielo.

Él me tomó el mentón y me hizo girar a verlo.

-Mírame.—Dijo.
—¿Para qué?—Reí un poco.

-Quiero observarte mientras me miras.—Me contestó.

Yo no dije nada y solamente me hice bien wey.

Él puso mi cabello atrás de mi oreja y dejó su mano en mi mejilla.

Se acercó a mi, y antes de que me diera cuenta su nariz estaba pegada a la mía.

Ay wey.

Y me quité jaja.

Cuando nos separamos él me sonrió y soltó una risita.

—James—Comencé.—Yo te quiero wey.
-Yo también.—Me respondió aún mirándome a los ojos.

—Pero, no.—Le contesté esperando que supiera a lo que me refería y rompiendo el contacto visual, perdón wey, me da pena.
-Lo sé—Dijo mirando hacia otro lado para luego mirarme de nuevo.—Pero me encanta creer que sí.

Yo lo vi y me reí un poco.

-No te rías así.—Me dijo riendo un poco.

Y en ese momento comencé a reír más.

—¿Por qué?—Le pregunté.
-Porque te voy a querer besar y no podré hacerlo.—Agregó.

Yo traté de dejar de reírme, pero la situación me daba mucha risa wey.

-Perdón—Dijo.—Me pasé.

Hsksjsks

—Está bien—Le dije.—No importa, en realidad.
-Sí importa—Contestó.—Te dejé con las ganas de besarme.—Se carcajeó como si fuera Franco Escamilla o algo así.

James Arrogante Potter.

Yo me reí mucho, James está cagado.

—Creo que ya me voy.—Le dije aún riéndome y parándome.
-Oh—Comenzó.—Claro, ve.

chocolate & un cigarro (experiencia rd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora