LXXX. Mamaste.

605 101 164
                                    

⚠️ No pongan la canción hasta que les diga, calabacitas (luego no les aparecen las canciones, por si eso pasa, es "que nivel de mujer" - Luis Miguel)

Hola calabacitas bonitas
¿qué tal todo?

Fíjense que me fui de vacaciones al UK, y por eso no había actualizado jsjs, pero ya regresé.

Puesss esto que les voy a contar pasó tres días después del último capítulo, tienen que saber que yo no me hablaba con Remus, él no intentaba hablar conmigo y yo tampoco, porque aquí no somos la pendeja de nadie.

bueno sí, pero equis.

Estaba yo con James platicando en el gran comedor.

-Hola, mi México.—Me saludaron por detrás.

¿Recuerdan al wey que me dio marihuana en una fiesta? Era él.

—Hola.—Saludé.

Ahora éramos amiguis, no sé cómo se llama, nunca lo supe, todo el mundo le decía "Carrow" porque así se apellidaba.

-¿Qué tal, Carrow?—Saludó James.
—Jodidamente bien, Potter—Dijo.—¿Qué hay de ti?

-Muy bien, gracias.—Contestó Jamie.

Creo que se llevaban bien, aunque nunca los veía interactuar.

-Te necesito, México.—Dijo él.
—Dime.

-Te necesito sola.
—Ajá.

-Yo me voy—Dijo James.—Igual tenía que terminar un trabajo con Sirius.
—Te veo al rato.—Le dije.

Y James se fue.

-De nada.—Dijo Carrow.
—¿De qué hablas?

-Te veías aburrida.
—¿Aburrida con James?—Pregunté.—No se puede.

-Lo que digas—Dijo.—¿Me acompañas?
—Ya que.

Me paré y fui con él.

Caminamos hasta el patio sin decir nada.

—¿Para qué me necesitas?—Pregunté.—No tengo todo el día.
-Mira, México...—Comenzó.

-¿México?—Preguntó alguien a quien ni topo interrumpiendo a Carrow.
—Ah—Comencé.—Es un país.

-Ajá, pero, ¿por qué te llaman así?—Preguntó el wey ese.
—Solamente una persona me llama así, y es porque soy mexicana.

-¿Eres de México?—Preguntó como con asco.
—Sí, es mexicana, literalmente es lo que te acaba de decir, imbecil.—Contestó Carrow.

-Guarden las carteras y las drogas.—Dijo el otro wey tratando de hacerse el chistoso.
—Guarden las vergas de payaso, porque él desayuna a diario.—Contesté.

El Carrow se cagó de risa, y el otro wey se sintió ofendido.

-Odio a las putas latinas.—Dijo.
—Y ellas te odian a ti.—Contestó Carrow.

-Aurora, tú no pareces latina.—Dijo el wey ese.
—Literalmente organicé una fiesta por la revolución mexicana.

-Que asco tener que convivir con gente de México.—Dijo él.
—Mamaste, pendejo—Comencé.—Porque lamento decirte que existen un chingo de mexicanos.

-Y pensar que te iba a invitar a salir.—Dijo él.
—Ni siquiera sé cómo te llamas.—Le contesté. 

-Me voy.—Dijo él.
—A nadie le importa.—Siguió Carrow.

Y el wey ese, se fue.

-¿Te pasa seguido?—Preguntó Carrow.
—No realmente, a nadie suele importarle.

chocolate & un cigarro (experiencia rd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora