CAPÍTULO 5 - LLEGAMOS A LA PRIMER FRONTERA

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Pasaron unos cuantos segundos antes de que pudieran recuperar la vista por completo, el haber permanecido en la oscuridad por un par de horas les había afectado y sus ojos parecían resentir aún todo aquello.

—¡Ayuda! ¡Necesito salir de aquí, estoy atrapado! —Una voz que gritaba desesperadamente rompió el silencio de aquel sitio.

—Hay alguien más ahí, iré a ver qué pasa — señaló Vance mientras intentaba caminar de regreso.

—Espera, no, déjalo ahí, debemos correr, confía en mí. —dijo Pierce mientras salía de aquel sitio.

—¡Ja-ja-ja-ja! —reía una voz que provenía de aquel agujero.

Ambos chicos habían logrado escapar de aquel calabozo. El sol se estaba metiendo, al parecer su estadía en las catacumbas había sido más de lo que ellos sintieron dentro del lugar.

—Solo hay dos formas de llegar al Purgatorio y una de ellas es morir ja-ja-ja-ja! —dijo aquel ente mientras su voz se desvanecía lentamente.

Ambos chicos se miraron el uno al otro y empezaron a correr, sabían que tendrían tal vez un día antes de que los oficiales se dieran cuenta de que habían escapado, y peor aún, que ya estaba oscureciendo y aquel espíritu podría salir sin problema del calabozo.

—Oye ¿Cómo supiste que era una trampa? —decía Vance mientras ambos corrían hacia un bosque cercano.

—Esa voz era de un Padre de aquí, era el Padre Pride. No estaba seguro ya que sus ropas rasgadas tenían un sello característico de él, pero al escuchar su voz natural se me despejaron las dudas.

—Sigue siendo extraño de todos modos.

—Sí, sobre todo porque él murió hace un par de años ya, de todos modos no paro de pensar que hacía su cuerpo ahí ni porque estaba poseído.

—Hay un par de dudas que no podremos resolver aquí, creo que lo que se dice es cierto. En el purgatorio están todas las respuestas.

Ambos siguieron corriendo por un par de minutos más sin decir ni una sola palabra, estaban angustiados por lo que había ocurrido, además de que ahora ya eran prófugos de la justicia.

Siguieron el camino entre un bosque, justo antes de que el sol se terminará de ocultar entre aquellos gigantescos muros que rodeaban toda la región de Pavv. El calabozo de la zona norte compartía una de aquellas murallas, así que ellos se encontraban muy cerca de ahí.

—Tendremos que esperar a que oscurezca para poder salir de este lugar, ya que de noche hay menos vigilancia —decía Vance mientras analizaba el sitio donde se encontraban.

—¿Oye como siguen tus heridas, ya estás mejor? —dijo Pierce un poco angustiado.

—No han sido tan graves como lo sentía ahí dentro, pero igual congelé un poco la herida para parar el sangrado.

Los dos chicos se detuvieron en un punto cercano a la frontera, de cerca era más grande de cómo se veía dentro de los pueblos. No sería nada fácil cruzar y menos si pronto se iba a correr el anuncio de búsqueda de los dos fugitivos.

—En cuanto sea de madrugada iremos a la muralla y la escalaremos, pero debemos conseguir algunas ramas, intentaré pegarlas en la pared con un poco de hielo y las utilizaremos de escalera, por lo pronto descansemos un poco... y otra cosa, no comas nada de lo que encuentres ni aunque se vea apetitoso. —señaló Vance mientras se recargaba en un árbol.

—Muy bien, entonces tendremos que esperar aquí hasta que todo esté oscuro.

Vance asintió con la cabeza y poco a poco se fue quedando dormido, no parecía pero estaba debilitado por aquel breve combate. Pierce por su parte fue a recolectar ramas de árboles para poder utilizarlas. Quería tener las suficientes para no tener problemas luego.

JUDGMENT - Fronteras #CA2022Where stories live. Discover now