Segunda parte de: ¡No es un muñeco poseído!
Min YoonGi triste por haber sido un cobarde al no confesar sus sentimientos a TaeHyung el día en que el castaño se marchó a Gwangju caminó triste encontrándose sin querer con el muñeco de peluche que pondr...
Llegaba tan cansado a casa que terminaba durmiendo como tronco donde fuese, al menos eso fue lo que YoonGi asumió.
Tan agotado estaba que no recordaba ni lo que soñaba pero todo estaba bien si es que el intruso seguía sin aparecer.
JiMin en cambio se había vuelto más ambicioso, siempre encontraba la manera de dormir a su comida y vivir lo que nunca pudo dentro de sus sueños; ser amado y tratado tan divinamente.
Cada noche era perfecta pero al amanecer caía en cuenta de que era un sueño, literalmente, vivía su sueño dentro de otro sueño.
Día con día descubría más sobre el pálido, gustos, disgustos, miedos, fortalezas, talentos, sueños...
Y dolía tanto que la meta por la que tanto se esforzaba al estudiar y trabajar era conseguir un departamento para vivir con aquel chico.
Ese tal TaeHyung...
No lo culpaba, TaeHyung era hermoso, tenía una voz grave y profunda, tranquilizante para cualquier oído.
Era una buena persona, definitivamente no venía de una familia acomodada y su personalidad era un tanto extraña.
Su inexistente corazón se rompía cada fin de semana cuando los veía y escuchaba hablando...
Y es que aquél pobretón pálido y con problemas sociales ponía la más bonita de las sonrisas cada vez que el chico castaño pronunciaba alguna palabra.
Era obvio que estaba total y completamente enamorado de él...
Por qué JiMin no podía ser amado con la misma intensidad?
Si apareciera frente a él en su forma humana algo cambiaría siquiera?
Si YoonGi lograra amarlo igualmente no podría estar junto a él, lo haría sufrir esperando por algo que nunca llegaría. Sus padres... La sociedad en general y el maldito estrato social del que venía no lo permitirían.
Mantenía otra vez aquellas tijeras frente a la prenda que el pálido guardaba y usaba con recelo, sabía perfectamente que había sido un regalo de ese TaeHyung.
Quería destrozarlo, estaba frustrado, confundido, herido...
Y quizás también fue por eso que al estar perdido en tantos sentimientos y pensamientos no escuchó cuando abrieron la puerta pero si cuando el cuerpo cayó al suelo inconsciente.
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Afortunadamente para JiMin para cuando el pálido despertó armó una escena similar a la de un accidente, YoonGi creyó que se había caído y ya.
Después de tres meses el trabajo en la bodega había finalizado, el hombre prometió volver a llamarlos el próximo año cuando la temporada de entregas regresara.
YoonGi terminó de depositar su dinero en el banco, Hoseok lo esperaba afuera.
---Tu dinero está durmiendo, deberías invertirlo comprando y vendiendo cosas--- decía su amigo mientras cruzaban la calle
