ლ •26•ლ recuerdos del ayer IV

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–r-rusia... Q-que- hiciste? Solo teníamos que robar los archivos... Por qué los mataste a todos?! –replicó Ucrania alejándose lentamente de su hermano, tenía sangre en sus zapatos pues la habitación estaba llena de charcos de sangre

Rusia lo vió desde abajo, estaba en cuclillas sobre uno de los charcos afilando su cuchillo con una hoja de filo que siempre llevaba consigo –uno de ellos me vió, parecía joven, no tenía mucha experiencia, llamó a los demás y me rodearon, conoces las reglas... No puede haber testigos –explicó Rusia con voz hostil como si fuera un simple informe rápido, con la expresión impía, respiración controlada y ojos afilados viendo a un punto específico del suelo cual depredador después de tener a su presa, incluso con sangre en su rostro que ni se molestaba en limpiar

–china dijo que no era una misión de asesinato! –alegó Ucrania con desespero, tenía náuseas, no se supone que debían morir personas, solo por eso aceptó ir con su hermano, el olor de la sangre era nauseabunda, ese horrible olor metálico lo mareaba, llenaba sus fosas nasales y presionaba sus pulmones

Rusia se levantó y guardó su cuchillo, caminó lentamente hacia su hermano arrastrando sus pies con pesadez para luego susurrarle al oído –...en este mundo, el-bajo-mundo, debes saber que siempre muere alguien, siempre.

El eslavo de cabello gris, que ahora estaba lleno de sangre ajena, caminó hasta un escritorio que estaba cerca suyo y tomó una carpeta –aqui están los archivos, la misión está terminada –declaró Rusia para luego empezar a caminar

Ucrania estaba pálido, ni siquiera se podía mover, fue en ese momento donde supo el verdadero tipo de persona que era su hermano, una simple arma de matar, una copia de su padre, un asesino más...

[...]

–muy bien! Lo hicieron excelente! –exclamó china con exacerbado entusiasmo mientras leía los archivos que ambos hermanos le habían llevado

–hubo 19 víctimas mortales, uno de los guardias me vió y avisó a los demás –mencionó Rusia con una mueca

–ohh... no hay problema, llamaste a los de limpieza verdad? –china dió una ojeada de pies a cabezas a Rusia, el cual asintió con desgano y china rió con sensatez –te pareces a mí –dijo burlón señalando su cabello –aunque yo lo prefiero rojo escarlata –dijo china, pues su cabello era rojo vivo y brillante, sedoso, suave y liviano, mientras el de Rusia ahora era seco, agrietado y de un color rojo carmesí bastante muerto, parecía una capa de plastilina o algo de aquella índole que lo recubría debido a la sangre que se había secado entre sus cerdas capilares –ve a darte un baño y puedes ir a casa si quieres, ya sabes, te llamaré cuando te necesite –china hizo un gesto con la mano para que se largara, lo cual hizo Rusia ni bien le dió la orden

Ucrania, quien estaba al otro lado de la habitación seguía abrumado, más bien traumado por lo que acababa de vivir, que clase de monstruo era su hermano? Estaba a unos cuatro metros de él y aún así podía sentir el olor a hierro desprendiéndose de el, estaba temblando, invadido por el pánico, pero no movía ni un músculo, tenía miedo de que Rusia se enojara y le hiciera algo, había contemplado la posibilidad de que el hiciera eso antes, pero después de esa misión, no se pudo quitar el pensamiento de encima, por eso ni siquiera parpadeó si no hasta segundos después de que su hermano se fuera del lugar y asegurarse de que ya no estaba cerca, para después acercarse tembloroso hasta china –dijiste que no era de asesinato! –balbuceó aterrado, china lo miró, de arriba a abajo arqueando una ceja, como si le acabará de hablar en holandés

–y que quieres que haga? Se presentó un inconveniente, un simple contratiempo, no había otra solución. Rusia conoce las reglas, por eso hizo bien al no dejar testigos –respondió regresando su mirar a los papeles –ademas, piénsalo, sientes pena por ellos cierto? Remordimiento de haber dejado morir a "inocentes" –hizo una pausa para ir unas páginas atrás en el remolino de hojas que tenía en sus manos mientras Ucrania hacia una mueca de querer decir que si, que no apoyaba el hecho de matar gente así por que si, pero no tenía valor para eso –que tan inocente crees que eran, los guardias que custodiaban archivos secretos de una banda, internacional, de secuestro y trata de blancas de niños y niñas de entre cinco a dieciséis años, creo que sabrás que es la trata de blancas, verdad Ucrania?

China le pasó un par de fotos, sobra decir del tipo que eran, grotescas, asquerosas, inumanas, Ucrania apartó la mirada con asco y pudor, más sin embargo china entró en cólera, como si hubiesen desafiado su propia moral y empezó a restregarlas en la cara ajena forzandolo a ver las a la fuerza –acaso crees, que ellos no sabían lo que hacían? Ah?! Crees que eran tan estúpidos como para no saber quién los había contratado?! Dime Ucrania!

El heterocromatico tenía los ojos llorosos, aunque no lo sabía, era casi tan sentimental como su hermano –p-perdon –fue lo único que entre tambaleos pudo balbucear el joven Ucrania para luego apretar sus labios

China bufó y le quitó las fotos de su cara –yo no mato gente por qué si Ucrania, me repugna la basura que es el ser humano, por eso debes saber que todas, todas! Las personas ocultan secretos horribles, nadie es inocente Ucrania, grabatelo! –exclamó con ira en su mirar, bajo toda esa burla y falta de importancia a todo en general por lo que se solía caracterizar había alguien calculador y poco empático por la sociedad –tu también ve a darte un baño, tienes los zapatos llenos de sangre seca –masculló para luego repetir aquel gesto que usó con Rusia, a lo cual Ucrania tampoco demoró en irse

[...]

Mientras tanto Rusia ya estaba de camino a casa, manejando en una moto negra que si no fuera por los faroles lo harían desaparecer en la oscuridad de la noche, su cabello sobresalía del casco así que se arrastraba y removía al compás del viento, suspiró con pesadez antes de estacionar cuidadosamente la moto en el garaje de aquella casa a la que había arribado, fue a la entrada principal y sin avisar de su llegada abrió la puerta, quedándose atónito y serio al ver a México y a un joven de cabello con rizos que hasta el momento no conocía pero que resultaba ser Colombia, sentados en su sofá, se quedó estático sin pronunciar palabra y se produjo un silencio en la sala

–rusia! Que bueno que llegas, pensé que tardarías más –dijo México rompiendo con aquel silencio –el es Colombia, lo invité un rato para que me hiciera compañía, es aburrido estar solo todo el día.

En ese momento Rusia frunció el ceño antes de lentamente quitarse el casco, caminó sin mucho apuro a la mesa poniendo el casco ahí para luego acercarse a donde estaba México

Colombia los vió a ambos bastante confundido por la situación, México lo había invitado a su casa para charlar, pero no sabía que hacía Rusia allí, de hecho, en ese momento solo conocía a Rusia de haberlo visto en alguna que otra ocasión junto a México en sus salidas de amigos a las que generalmente no iba, ni entiendia tampoco que hacía en la casa del mexicano a esas horas y más específicamente, por qué tenía el la llave de la casa –ustedes son roommates? –preguntó Colombia extrañado viéndolos, Rusia se apresuró a poner su mano sobre el hombro de México, el cual entendió eso como una advertencia para que no dijera nada, Rusia no gustaba de que los desconocidos supieran mucho de él, después simplemente asintió y se fue a su habitación, quitando la mano de hombro de México y volviendo a dejarlos solos

Colombia frunció el ceño con una ligera sonrisa de confusión, que había sido eso?...

Ese día horas más tarde colombia se fue de la casa de México sin volver a preguntar por Rusia y sin saber, que México y el eslavo eran pareja

Continuará..

¿Quién eras? ლcountryhumansლDonde viven las historias. Descúbrelo ahora