🥀Bloom ~ Renga/Lanki [Hanaki] 🥀

🥀El Final🥀

Los autos pasaban rápido por la carretera. La luz en verde y todas las personas se movieron en ola hacia el otro lado de la calle. Dos tazas  de café caliente entre cada una de sus manos se movía por el ajetreo, derramando un poco del contenido en la calle.

Aunque el suéter era abrigado, no era lo suficiente en este lugar. Los pequeños copos de nieve empezaron a caer mientras se apresuraba, sus mejillas sonrojadas y el humo que salía de su boca junto con las suaves y rápidas bocanadas de aire era visible. Sus pies algo entumecidos, y todo lo que quería era encontrarse en casa, revuelto en las cobijas con...

Ah.

Corrió hasta la siguiente cuadra, donde a lo lejos vió la figura alta y delgada del peliceleste saliendo de un edificio. Su corazón bombeo un poco más fuerte, e incrementó a medida que avanzaba. Hasta que estuvo de frente y sin aliento a él ojiazul, quien al verlo suavizó su rostro y una hermosa sonrisa apareció sobre sus labios mientras intentaba ayudar a reki con los cafés y su bolso.

"hace demasiado frío" soltó entre el temblar de sus dientes el pelirrojo mientras se dejaba ayudar del más alto. Langa en cambio soltó una risa cariñosa. "te dije que no sería suficiente con eso" reki frunció el ceño, que pronto fue interrumpido por otra ola de frío insoportable, estremeciendose en algo miserable, su nariz roja y quemada.

Langa pronto lo empujó dentro de un taxi, sus maletas y cosas junto a ellos. Reki no había traído mucho. Podría comprar lo necesario aquí. Estaba emocionado por esto, era algo completamente nuevo, diferente a cualquier experiencia vivida, y estar junto a langa solo lo hacía más emocionante.

Claro que estaba ansioso, y claro que tenía miedo, pero no tenía dudas, no sobre esto.

Jamás tendría dudas sobre esto.

Su sonrisa se volvió cálida y amable cuando puso su mano libre sobre la de langa, las dos bandas doradas resplandecieron al mismo tiempo bajo la fría luz del día que entraba por la ventana.

Esto estaba bien.

.

Al abrir la puerta del apartamento el polvo empezó a volar por todos lados. Visible gracias a las franjas de la poco cálida luz del atardecer que se filtraba por las ventanas. Cerrando la puerta tras ellos, langa deslizó sus dos maletas un poco hacia adentro. Reki fue capaz de sentir como su cuerpo se volvió un poco rígido y la forma en la que su respiración se cortó. Esperando ayudar aunque fuera un poco, estiró su mano hasta tomar la del peliceleste, quien aún estaba de pie congelado y sin sentido.

"¿estás bien?" preguntó el pelirrojo masajeando con su pulgar. Langa recuperó su atención, y desviando su impresionada mirada hacia Reki, asintió. Seguido de una cálida sonrisa y un apretón en sus manos.

Estaba muy vacío en cuanto a decoraciones de pared, pero debajo de todas esas mantas blancas sin forma habían algunos muebles. La casa olía vieja y a polvo, causa de más de un año de no tener mantenimiento, nada que no se pudiera solucionar con una escoba y algo de creatividad. Reki era bueno en eso.

Su corazón estaba latiendo rápido.

Tal vez porque está era la casa de la infancia de langa, donde creció y maduró, donde tiene una cantidad inctreible de recuerdos. Antes de llegar a Okinawa, antes de todo. Antes de el.

Antes de reki.

No estaba seguro de cómo lo hizo sentir eso al respecto. Pero decidió no pensar más en ello. Ahora debía quedarse aquí, en el presente.

Estaba a punto de empezar su vida con Reki.

Aquí, en su país. En su lugar de origen. Y fue... Simplemente abrumador.