➳Capítulo 19: Miel ✧

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~Song: Suffer; Charlie Puth~

[No se aceptan putazos, solo abrazos, ya digo. <3]

N/A: 2do día de la GuerZam Week, disfruten uvu

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Habían ganado el partido contra Ecuador, Paolo estaba bastante feliz con el resultado obtenido por el equipo. El ambiente entre todos estaba bastante animado, todo parecía ser sonrisas, abrazos y risas de júbilo. Él había aprovechado luego de comer para subir a la habitación y llamar a su madre. No supo cuánto tiempo le escuchó hablar hasta que ella se despidió mandándole un abrazo a la distancia, cosa que le hizo sonreír con cariño.

Se quedó en silencio tras cortar la llamada, pensando en todo y en nada a la vez, sintiendo la indecisión apoderándose de su sistema; casi como un nuevo hábito al que empezaba a acostumbrarse, como una sombra constante, burlándose de él y de lo que sentía. Estaba tan cansado, sus ojos miraron la pantalla de su móvil con una pesadez que hacía mucho no sentía, la duda se plantó en sus irises y un suspiro escapó a penas de sus labios.

Pasaron algunos segundos y aunque seguía sin estar del todo convencido, terminó por llamar a Alondra. Afortunadamente no estaba ocupada así que atendió la llamada de Paolo casi al instante.

La modelo se escuchaba muy animada, su tono de voz lo evidenciaba, tanto que Paolo solo sintió un peso más sobre sus hombros. Mientras ella le contaba que había estado viendo el partido, Paolo solo sonrió, escuchando aquella voz en su cabeza que le decía que estaba haciéndole perder el tiempo, que se detuviera... que no estaba cumpliendo la promesa que había hecho, porque no era honesto ni con ella y ni consigo mismo.

La voz de su subconsciente le advertía que si seguía jugando con fuego, terminaría quemándose.

¿Pero qué podía hacer?

Se suponía que había tomado una decisión, él ya había decidido lo que haría y debía mantenerse firme. No quería lastimar a Alondra y tampoco lastimarse él mismo, el miedo seguía vigente en su pecho, envenenando de a pocos su corazón, cegándole de una forma tan letal y certera que ni siquiera era consciente del temor que guiaba su actuar. El temor que había guiado las decisiones de los últimos meses.

Se sintió un poco más presionado cuando escuchó el tono alegre de Alondra, ella estaba feliz de que él regresaría a Perú y podrían verse otra vez. Ella estaba siendo sincera, ella le quería... Paolo apenas era bastante consciente de eso y fue como si le quitasen un poco más del oxígeno que escaseaba.

Todo ese tema empezaba a causarle dolor de cabeza. De hecho, ya no sabía si sus pensamientos estaban ahí o viajaban por rumbos diferentes, haciéndole sentir perdido.

Su mente no dejaba de reproducir la conversación que había tenido con Carlos el día anterior, casi como un disco rayado. Toda la noche había estado repasando sus palabras, con el sonido de su voz inundando sus pensamientos. Era como si de pronto pudiese sentir la respiración del pelinegro acariciándole, y podía ser que era un imbécil, pero ese idiota seguía teniendo aquel efecto en él, y le molestaba pensar en eso.

Paolo intentaba dejar de pensar o, mejor dicho, recordar escenarios donde Carlos siempre era protagonista, sin embargo, resultaba algo complicado. Y en ese momento, él estaba entre frustrado y ansioso.

Lo que tus ojos revelan || Paolo Guerrero × Carlos Zambrano 🎴Where stories live. Discover now