"El mundo del revés"

<Prologo>

Mis cabellos despeinados eran todo lo que me molestaba de esa mañana.
Me levante de mi cama con un gruñido y los ojos casi cerrados por el sueño.
Mientras caminaba me choqué con una o dos paredes para ir hacia el baño.
Escuche un par de risas abajo cuando me daba los golpes.

— What are they laughing at? —pregunte sobando la frente y entrando al baño.

Solo hice mi rutina de mañana y salí del baño para bajar las escaleras y encontrarme con mis dos hermanas Canadá y Australia viendo la televisión desde la mesa mientras desayunaban.

—Where is New Zealand? —Pregunte mientras ellas volteaban hacia mi y me sentaba en la mesa redonda.

—She's asleep —respondió Canadá mientras tomaba una tostada. Frunci el ceño al darme cuenta que se había acabado el café aunque lo hubiera comprado ayer.

—I think he stayed up late studying —dije, no era normal que Nueva Zelanda no esté despierta a esta hora, y menos cuando faltaba media hora para la reunión de ONU.

— Probably, go wake her up.

— Ok —y tal como me dijo Australia, fui hacia la habitación donde dormía Nueva Zelanda, y efectivamente estaba durmiendo.

Me hacerque a ella lentamente, y la observe por unos segundos, se había dormido con los lentes puestos, y de cierta forma se veía muy tierna. Me sente en la cama y empecé a sacudirla.

— Hey, New Zeland, wake up —pero Zelanda se tapo la cara con la manta y se dio la vuelta para seguir durmiendo—. You will be late for the meeting...

Y en cuestión de segundos Zelanda ya estaba abajo desayunando mientras veíamos la televisión, más específicamente, las noticias.
No habían muchos problemas que informar, era un país bastante tranquilo y estable. No como yo claramente, a veces me preguntaba si realmente lo odiaba o solo le tenía envidia. O quizás ambas, después de haberme mudado hace una semana tan pronto aquí por una orden de la ONU... ya me podía dar cuenta de porqué Argentina era una potencia mundial.

— Australia are you ready? —pregunto Canadá ya en la puerta de la casa. Faltaban al rededor de 5 minutos para la reunión de la ONU y no debíamos llegar tarde. Era una ocasión muy especial porqué habría un anuncio muy importante.

— I'm coming! —dicho y echo, en cuanto Australia bajo, salimos por la puerta directo hacia el auto.

Yo era la que manejaba y Canadá me decía por donde ir con el GPS del celular. Esta era la primera vez que íbamos a una junta en dos semanas. En cierto modo se había perdido la costumbre.
Lo primero que note al llegar, era como el lugar estaba altamente protegido para entrar y salir de aquel lugar. Lo otro era el enorme edificio moderno que había al fondo de aquel lugar. Y lo último, la cantidad de Países y autos que había.
Estacione el auto y las cuatro bajamos directo al edificio, un encargado se acercó a nosotras y nos ayudó a guiarnos y asegurarse de que entraramos al edificio sin problemas.
Le dimos las gracias y entramos.
Lo primero que vi fueron las banderas colgadas en las paredes, tan presumido como siempre, no me extraña.
Luego note lo bello que era el lugar en definitiva, era todo blanco y con un par de toques celestes y negros, el piso era de mármol blanco y las paredes eran de un blanco muy claro.
Nosotras no teníamos ni la menor idea de como ir, simplemente seguimos al resto de los países, y para mi fortuna, me encontré con mis amigas China y Rusia.