Capítulo 44

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COMENTARIO ESTRELLA (04/03/2022):  ladygalletita55 Ashton puede tocar mis botones de gomita sin problema

Hagamos una cadena de X  en comentarios si Ashton también puede tocar tus botones de gomitas cuando quiera. Empiezo yo X2.

Capítulo 44| Abrazos. 

Su mano se sentía bien en la mía. Ejercía la fuerza justa en mis dedos, se acoplaba tan bien todo. Otra cosa en la que encajábamos como rompecabezas. La histeria de lo ocurrido minutos atrás no se iba, pero sabía que mi corazón no solo palpitaba de manera tan estrepitosa por aquello, también lo hacía por la sensación embriagadora que estaba sintiendo por Ashton.

Me dejé guiar un par de minutos, hasta que vi sus intenciones. Intenté detenerme, pero él parecía estar absorto en sus pensamientos para notar mi resistencia. Y era demasiado fuerte para que yo pudiera detenerlo.

―Ashton, ¿qué haces? ―hablé alto.

Él siguió sin detener sus pasos. Creí que no me había oído, pero entonces habló:

―Vamos a hablar con el director, algun profesor o una maldita puta autoridad de este colegio.

«No»

Yo conocía ese cuento. Sabía muy bien lo que pasaría si me quejaba. 

―No tiene sentido ―hablé decidida ―. No voy a quejarme.

Ashton se detuvo ante mis palabras y giró para encararme con el ceño fruncido.

―Pueden expulsarlo, suspenderlo, sancionarlo. Te acosó, te acorraló ―lo vi dudar ante soltar lo siguiente ―. ¿Y si yo no hubiera llegado?

También me daba miedo pensar en eso, pero no creía a Scott tan animal. Solo quería demostrar poder, pero seguía siendo un cobarde. Lo noté en la manera que no podía enfrentarse a Ashton. Solo soltaba palabras buscando sentirse autosuficiente, pero no se atrevía a más.

―No harán nada ―ignoré su pregunta ―. Es uno de los mejores jugadores del equipo, obtuvo una beca para la universidad gracias a ello. No van a arruinar su reputación o manchar su expediente por esto. Dirán que solo jugaba, que lo malinterpreté, qué...

Me detuve cuando la mano de Ashton soltó la mía, y un instante después, el calor de un cuerpo que ya conocía, me rodeaba. Una de sus manos me abrazaba a la altura de mi pecho por la espalda, y su otra mano acunaba mi cabeza por detrás. Su rostro se escondió en el hueco entre mi hombro y mi cuello, y su respiración allí me hizo cosquillas agradables.

Esperaba él no notara lo acelerado de mi corazón.

Quería corresponderle, sujetarlo con fuerza y rodear su cintura con mis brazos, pero no pude. Tan solo me quedé allí, quieta. Con los brazos a los lados.

―Lo siento ―susurró contra mi cabello, justo en mi oído ―. Encontraré la manera de que no te moleste más, te lo prometo.

Negué de manera débil y apoyé la palma de una de mis manos en su espalda. Como si tuviera miedo de que su piel me quemara.

―No es tu culpa, no tienes que hacer nada.

―Eso no importa.

Sonreí de manera leve.

―Ashton...

―No te voy a hacer caso ―me interrumpió.

Reí e inhalé su aroma. Olía a transpiración mezclado con desodorante y colonia. Junto con su olor a coco. No me desagradaba. Su pecho era caliente, y le latía el corazón con fuerza. Quizás más que el mío.

La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICOWhere stories live. Discover now