Tu refugio - MELISSA BENOIST Y TÚ *CANCELADA*

¿Mando yo o mandas tú?

Narras tú

Volvimos con los padres de Melissa y suspiré. Miré a la rubia y esta me sonrió sentándose.

–Papá...mamá...yo les expliqué que _____ tiene cierta parte extra que me gusta mucho– me sonrojé y ella rió –Resulta que aquella parte extra...muy muy grande– cubrí mi rostro –Es 100% funcional...– por entre mis dedos miré a Melissa y se estaba riendo –Así que a pesar de darme orgasmos...puede embarazarme– hubo silencio –Y lo hizo...– sentí su mano en mi pierna y saqué lentamente las manos de mi cara.

–¿Cómo?– dijo su padre mirándome directamente, así que sentí la presión de hablar.

–No...no fue a propósito, Melissa dice que el condón debió romperse– la rubia rió.

–______, él solo necesitaba que le repitieras que estoy embarazada– la miré y sentí mis mejillas ardiendo.

–Sí...Melissa está embarazada– dije volviendo a mirarlos y después miré la mesa –Ayer fuimos a la primera revisión con el ginecólogo y le hizo un chequeo, todo va bien hasta el momento– subí mi vista y ellos se levantaron para abrazar a Melissa mientras comenzaban a llorar.

–Hija...estoy tan feliz por ti– sonreí viendo la escena, pero a la vez sentí tristeza, ya que mis padres nunca me habían dicho aquello.

–¿Cuánto tienes?– preguntó su madre acariciando su vientre.

–Cerca de un mes, es una pequeña bolita– se rieron y su madre hizo contacto visual conmigo, se acercó y la miré confundida –Levántate– dijo Melissa y lo hice, la mujer me abrazó y me sonrió.

–Bienvenida a la familia, ______– su padre me dio la mano.

–Bienvenida– los miré sin decir nada y mis ojos se cristalizaron. Me abrazaron ambos y Melissa me sonrió ampliamente.

–Gracias...– dije en un susurro para no llorar y su padre desordenó mi cabello.

Seguimos comiendo con tranquilidad mientras nos hacían preguntas y poco a poco fui sintiéndome en confianza con ellos, ya que me trataban muy bien.

Cuando se fueron yo estaba lavando la loza y Melissa entró a la cocina para abrazarme por la espalda.

–Le dijiste a mis padres que rompiste el condón– reí.

–Me puse nerviosa, perdón– cerré la llave del agua y me giré para mirarla.

–Tengo sed– iba a buscar un vaso y me detuvo –No quiero agua...quiero leche– reí asintiendo.

–¿Por qué quieres leche? ¿Así sola?– abrí la nevera y saqué la botella –¿No la quieres con chocolate? Queda más rica– la miré y negó.

–La quiero directamente en la boca– me quedé mirándola un rato y luego sonreí.

–No quieres leche de vaca, ¿Cierto?– se rió –¿Quieres leche de ______?– asintió mordiéndose el labio y guardé la botella que había sacado –Yo puedo dártela directamente en la boca– ella iba a arrodillarse y la detuve –Espera– tomé su mano para llevarla conmigo a mi habitación e hice que se sentara en la cama –Así estás más cómoda– sonrió tomando el borde de mi pantalón.

–Eres tan tierna– sonreí –Pero ahora deja tu ternura de lado y haz que me ahogue con tu pene– reí –Podrías hacer que mi saliva caiga por mi cuello y que mis ojos se pongan llorosos mientras no dejas de penetrar mi boca– suspiré.

–Tu cara es muy bonita como para hacerle eso– Melissa frunció su ceño.

–¿No te gustaría hacer que me ahogue con tu pene por lo grande que es?– acaricié su mejilla.