Tu refugio - MELISSA BENOIST Y TÚ *CANCELADA*

Me duele...

Narras tú

–Mi amorcito, por favor, deja de patearme por cinco minutos, presionas mi vejiga– reí escuchando a Melissa hablando con nuestro hijo –No puedo pararme cada diez minutos al baño, dale un descanso a tu madre– entré con la última caja a la habitación y sonreí al verla con el vientre descubierto mientras lo acariciaba.

–Es bastante inquieto, nos va a tener persiguiéndolo por toda la casa– dejé la caja en el piso, junto a las demás, y fui con Melissa para sentarme a su lado.

–No vamos a poder dormir ni tener sexo– reí.

–Amo el sexo...y dormir, pero va a ser muy lindo aprender a ser madre a tu lado– sus ojos se cristalizaron de inmediato y me golpeó suavemente.

–No me digas cosas así, me haces llorar– reí abrazándola y le besé la mejilla.

–Te amo– limpié la comisura de sus ojos –¿Vamos a la tienda mañana? Estoy agotada– asintió y acaricié su barriga –Podrías dormir un rato y dejar que distraiga a tu mami– Melissa sonrió.

–Prefiero un masaje en las piernas– me levanté para buscar el aceite de masaje y le quité el pantalón, busqué uno de sus shorts por si entraba Maddie y comencé a masajear sus piernas –No me imagino lo cansada que estaré cuando tenga más meses– sonreí.

–Yo te voy a ayudar en todo, vas a poder descansar lo que necesites– le quité los zapatos para hacer el masaje completo.

–Gracias– nos miramos y nos sonreímos –Te amo– me lanzó un beso y sonreí ampliamente.

–Te amo, rubia teñida hermosa– se rió –Chyler y Katie vendrán mañana para ayudarnos a ordenar la cocina, hay muchas cajas– pasé mis dedos con algo más de presión y gimió levemente.

–¿Quieres que te ayuden en algo más?– levanté mi vista y reí ante su mirada pervertida.

–En realidad no, estoy muy conforme con tus ayudas manuales– sonrió –Si vuelvo a estar con alguna de ellas, me gustaría que tú estuvieras incluida...no lo digo porque quiera acostarme con ellas, sino que la idea de verte con ellas me...me...– guardé silencio un momento y me miró extrañada –Se me paró– nos reímos.

–¿Te excita la idea de verme desnuda besando a Chyler y Katie?– dejé de mirarla para ver sus piernas.

–No...– dije mientras sentía mi miembro endureciéndose por haber imaginado aquello.

–_____– reí y la miré.

–Es que eres increíblemente sexy y ellas también son sexys...– se rió.

–¿La tienes muy dura?– asentí lentamente y se mordió el labio –Ve a cerrar la puerta– susurró y sonreí.

Me levanté de inmediato y cuando estaba a punto de llegar esta se abrió unos centímetros, así que cubrí mi erección bajando mi camiseta.

–¿Están ocupadas?– miré a Melissa y luego a mi hermana.

–No, pequeña...¿Qué ocurre?– entró a la habitación.

–¿Quieren ver una película?– asentimos y Melissa se acomodó para dejar espacio a Maddie.

———

Volví a la habitación luego de haber dejado a Maddie en su cama y Melissa ya estaba dormida también, así que busqué mi pijama. Me desvestí para ponérmelo y me recosté junto a la rubia.

–Mi amor...te va a dar frío si no te cubro con las mantas– dije comenzando a quitarlas de debajo de su cuerpo.

–______...– se quejó.