ONE SHOTS+REACCIONES

-16- MR BOOGIE

Oír y ver la foto de arriba. En este caso si o si tienen que ver con el capítulo. ÓSEA MUCHÍSIMO, así que leer este capítulo con la canción.

Apreciar también la foto y los detalles ya que también TIENE QUE VER. Es una escena de esta fantasía de one shot.

espero que os guste.

A leer chachas.

Información obvia: tú eres t/n y tú chulako es Mr boogie

Contexto: vas a una consulta médica y pasan cositas.

NARRA T/N

Era sábado. No un sábado cualquiera. No, uno en el cual tenía médico.

Tenía que ir al hospital ya que me había fracturado el peroné.

Las semanas que llevaba con la escayola, exactamente una y varios días, habían sido un horror.

Lo único que podía rescatar de ese horror era a mi amado Chulako. Desde que me lo fracturé estuvo todo el rato conmigo, codo con codo, ayudándome con todo.

Solo podía decir una cosa.

Gracias amado Boogie.

La cita médica era para que me revisen como estaba yendo la curación.

Estaba en la sala de espera. No había podido venir Mr Boogie. Así que estaba triste. Aún así, tenia un acompañante.

Un militar.

Y no un militar cualquiera...

Un militar sensual y hermoso.

Artem.

Me había acompañado para que pudiera tener compañía y ayuda.

El niño era muy majo, cuando quería, ya que tenía unos venazos de borde impresionantes.

Pero tenía una cosa rara... Su voz. Su voz era demasiado grave. Parecía un señor bien mayor.

Pero como dicen, las apariencias engañan. Y no tenía nada de importancia ese detalle.

Artem se tuvo que ir de mi lado ya que tenía que sacar el ticket de la consulta.

Me quede completamente sola.

A ver, no literalmente ya que había también gente presente en la sala, pero nadie importante, nadie que conocía.

Hasta que pasó.

PASÓ.

Mr boogie apareció a mi lado.

No sé como ni cuánto llevaba ahí.

No sé si estaba alucinando o qué.

Pero estaba ahí.

Mi amado.

Estaba ahí solamente para mí.

NARRA MR BOOGIE

Obviamente no podía dejarla sola.

Le había dicho a mi confidente, Artem, que la acompañase.

En un principio no iba a ir, pero la consciencia me mataba poco a poco, lentamente, dolorosamente.

No podía dejarla.

No y ya.

Bueno total, fui directamente a la sala de espera donde sabía que estaba mi nena.

Pero hubo un pequeño detalle que me asombró.

Me enfadó, y no poco.

Me encendió, y no de esa manera que pensáis... No como Timothée...