Quillén tiene un sueño... pero antes debe deshacerse de sus crueles jefes.
Eros quiere escapar de su molesto ex novio y para ello pasa el verano en la estancia de su mejor amigo.
Una noche estrellada cambiará el destino de ambos y terribles secretos...
¡Ay, el amor!... ¡aparece en momentos tan inoportunos!, donde enamorarse es difícil, y amar es todo un desafío.
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Corro en dirección a la casa lo más rápido posible. Hace más de cinco minutos que debería estar ahí y ayudar a Luly a preparar todo. ¡Una fiesta de bienvenida no se prepara en cinco minutos!. No debí ir al estanque para leer un rato. ¡Solo falta media hora para que llegue Julián con su mejor amigo!.
Entro a la casa atropelladamente y me estampo contra la puerta de la cocina.
- ¡Buenos días, Quillén!- me saluda sin mirarme desde la mesada, María- ¿otra vez leyendo en el estanque?- abro la puerta, me lavo las manos, cojo el delantal y comienzo ayudarla a cortar zanahorias.
- ¡ese lugar es mágico!- digo mientras coloco las zanahorias en un recipiente.
- ¡seguro que sí!- ríe María y se va en dirección al horno.
No sé qué sería mí vida sin María. La chica tiene mí misma edad y es diez veces más responsable que yo. Ella también trabaja en la casa a tiempo completo. Los señores Martínez Avellaneda son muy amables al permitirnos vivir en la pequeña casa de caseros que tiene la estancia. María es una chica de baja estatura, algo gordita, de tez morena y cabellos castaños. Lo más bello que posee son sus ojos verdes. Son tan hipnóticos que hasta Julián, uno de los hijos del patrón, se pierde en ellos.
- ¿estás preparando tu pizza especial?- pregunte al verla colocar las cosas en el horno. Ella asiente con la cabeza muy concentrada- ¡ósea echaste de menos a tu príncipe!- afirmó con emoción. No era ningún secreto lo mucho que se gustaban. María al escuchar que llamé a Julián "su príncipe" se vuelve torpe y tira un recipiente lleno de harina al suelo.
- ¡no es mí príncipe!- afirma tartamuda mientras buscamos como limpiar el desastre- Julián es un buen amigo. Nada más. Ya sabes que a él le gustan todas.
- si, es todo un rompecorazones... Pero cuándo te ve, cómo que pierde la fuerza que lo impulsa a ser un patán- María me lanza un escobazo que esquivo entre risas.
- ¡cuidado con el amiguito que trae!- me advierte en broma- dicen que Eros Rosas es la versión gay de Julián.
- sabes que jamás me enamoraría de uno de los amigos de Julián- confieso- todos son muy egocéntricos. Solo sería una diversión para ellos.
- ¡haces bien!- afirma- amar a un niño rico tiene sus desventajas. Cambiando de tema... ¿Qué tal vas con tus pasos de baile?.
- ¡perfecto!- le digo recordando la coreografía que había practicado la noche anterior- creo que sí sigo así conseguiré la beca para la academia de danzas.
- ¡aún tienes esa idea de dejar el campo e irte a la cuidad!.
- no voy a quedarme toda mí vida aquí, siendo la sombra de los Martínez Avellaneda. Quiero conocer el mundo por mí mismo y atreverme a vivirlo. ¡La ciudad es fantástica!, ¡Hay tantas cosas!.
