𝐌𝐢 𝐍𝐨𝐯𝐢𝐨 𝐏𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 | Aidan Gallagher ©[✔️]

«43» ¿Hablas enserio?

—Vámonos de aquí. —exclamé, caminando a toda prisa.

—Te lo dije, Becky. Sabía que no debías ver aquella escena. No entiendo porque fui tan idiota de decírtelo. —soltó Noe con la voz agitada.

—Fue lo mejor—dije, mientras corría a toda prisa, pasando por el medio de varias personas.

—¡Becky!— entonces escuché la voz de Aidan.

Miré hacia atrás y alcance a verle, mientras corría detrás de nosotras. Volví a mirada hacia adelante e intenté aumentar la velocidad.

—Becky... No creo que... Aguante este... Joder, me estoy quedando sin aire. — mencionó Noe, mermando la velocidad.

—Vamos, Noe— jale de su brazo para impulsarla.

—Vamos, Becky, ¿De quién carajo estamos escapando?— respiro con dificultad, yo también lo estaba haciendo. —Solo peguemole en las bolas y con eso nos libramos, es realmente fácil.

Entonces tuve que detenerme para tomar aire. Jamás había corrido tanto en mi vida, incluso mi corazón estaba por salirse de mi cuerpo.

—¡Becky!—Aidan gritó, acercándose a nosotras.

Apoyé mis manos en los muslos de mis piernas mientras tomaba respiración. Aparte el vestido me estaba sofocando aunque el clima estuviese frío.

—Becky, escúchame por favor. —se detuvo cuando me tuvo cerca. Intentó tomarme del brazo pero me alejé. —Becky... Oh joder, maldita sea. — Exclamó, sacando toda su furia. —Ahora soy yo el que se tiene que sentí culpable, ¿Eh? ¿A qué mierda estás jugando? ¡Explícate!—me agarró del brazo, obligándome a mirarle, pero no lo miré directamente a los ojos.

—¡Déjame, maldito idiota!—me sacudí. —Vuélvete con tu amiga. —le grité a todo pulmón. Ahora no me podía contener. —Aquí nadie te necesita. Nadie te pidió que me siguieras, así que vete. Y no veo porque te sientes culpable si ya no somos nada.

—¡No me hables así porque te juro que no respondo! He aguantado todos tus malditos escándalos, pero está vez no estoy de humor.

—¿No estás de humor?—me solté de su agarré y presioné mis manos contra sus pechos, empujándolo. —No estás de humor, no estás de humor. — continúe empujándolo lejos.

—Ya, vámonos Becky. —escuché la voz de Noe, seguida de sus manos tomándome del brazo.

—Vuélvete con tu amiguita y no me vengas a joder la vida. No me sigas más, no me molestes, no me jodas ¿Que no te ha quedado claro que te quiero a metros de distancia? Imbécil. —le di un último empujón, antes de sentir sus manos atrapar mis brazos.

Me solté inmediatamente y me voltee para caminar hacia Noe, quien estiró la mano para tomar un coche. Afortunadamente esté se detuvo inmediatamente.

Me monté rápidamente, sin mirar a Aidan quien seguía allí, parado sin hacer nada. Noe se montó en el asiente delantero y el coche aceleró.

Todo el camino fue en silencio, escuchando la radio emisora que el hombre que conducía tenía sintonizada. Noe se detuvo en su casa, la cual quedaba unas calles antes que la mía y luego el hombre siguió hasta dejarme en la mía.

En cuanto llegué, leí una pequeña nota que papá había pegado en la puerta (mi padre siempre tan prudente). Me decía que iba a demorarse ya que tenía una cita con una nueva mujer (la cual seguramente sería un fracaso).

Entré a la casa, subí las escaleras y me quité el vestido en cuando llegué a la habitación. Entre al baño, me lavé los dientes y por último me puse pijama. Estaba agotada.