二: あの男 の 物語。

387 51 103
                                    


                            °○°《Segunda: La historia de él°○°

°○°Narrador°○°

8:30 pm

Naoto Tachibana arrancó una manga de su sudadera, por fortuna no salía a ningún lado sin la navaja de bolsillo que le había regalado su padre.

Pese a sentir el dolor que únicamente se puede experimentar si te rompes un hueso logró alcanzar una rama que parecía ser lo bastante resistente. Si ponía un poco de esfuerzo podría hacer un cabestrillo provisional hasta que pudieran largarse de allí.

Al parecer las suertes estaban burlándose de él:

El frío estaba acrecentándose y para colmo era luna nueva por lo que los alrededores estaban aún más oscuros.

¿En qué momento todo comenzó a ir de mal a peor?

Tres horas antes.

Había entrado al bosque junto a la amiga de su hermana. Era la primera vez que la veía pero alguna cosa que otra oyó sobre ella por parte de Hinata. La hizo parecer en sus historias como una chica temeraria y sin miedo a nada... sin embargo ésta estaba caminando a diez centímetros de donde estaba y constantemente veía a los lados como si algo fuera a aparecer.

---¿Sí te daba tanto miedo por qué te ofrecíste? ---cuestionó algo extenuado de tener a alguien tan cerca suyo.

---¿¡Q-qué!? ---se sobresaltó---¡P-por supuesto que no me da miedo, sólo estoy vigilando para no pasar por alto ningún lugar!

---Lo que tú digas... ---una idea surgió--- aunque pensándolo bien, tal vez harías bien en tenerlo... ---dejó la frase en el aire a propósito.

La forma en que hizo la sugerencia causó que Takemichi quisiera y no quisiera saberlo al mismo tiempo.

---¿Qué quieres decir con eso?

---Verás, como ya estoy seguro que sabes: hace siglos, cuando las hambrunas azotaban el país la gente veía cada vez más abrumada por la falta de comida, tanto fue así, que decidieron librarse de las bocas innecesarias: enfermos, envejecidos, personas con deformidades o discapacidades. Todos eran abandonados aquí para que encontraran su final sin molestarlos. Se dice que todavía vagan por aquí con el único propósito de hacer que otros se unan a ellos.

---¿C-como fantasmas?

La expresión segura que estuvo manteniendo en cada momento al contar la historia desapareció al verse invadido por un recuerdo desagradable.

---Sí, pero no de cualquier tipo. Un fantasma común no molesta a nadie, éstos por otro lado están a kilómetros de eso... son yurē, espíritus corrompidos por el odio, el rencor y la venganza, que no necesitan siquiera tocarte para conseguir que hagas cosas impensables ---miró una antigua soga que colgaba de un árbol.

Takemichi inesperadamente comprendió a que se refería, y también que lejos de querer asustarla, él parecía hablar en serio.

---¿Entonces si es así por qué me acompañas, no te pondría en peligro a ti estar aquí también? ---quiso saber.

Naoto no se esperaba que hiciera tal pregunta tan directamente y luego sonrió.

---Soy policía, no puedo dejar a la gente desprotegida, además conozco Aokigahara como muy pocos lo hacen.

---Ahora que recuerdo, Hina-chan lo mencionó ¿Fuiste el primero de tu promoción, cierto? ¡Es increíble! ---elogió ella rememorando lo mucho que la castaña presumía sobre lo inteligente que era su hermano.

Dentro del bosque Where stories live. Discover now