Danmachi: El Servant De La Princesa
Capítulo 1: Confusión
Sentía su cuerpo ligero, como si flotara en la nada misma, por mas que lo intentaba no podía abrir sus ojos, pero podía escuchar por momentos cualquier sonido del exterior, en especial, las palabras de un hombre.
-"¡Tch!.... Que Master mas rara, y lo peor, una mestiza"-
-"¿Mes...tiza?"-Aizu pensó incluso en la inconsciencia, por alguna razón tuvo el pequeño impulso de querer hacer un puchero ante esas palabras.
-"Aunque veo.... Que no eres tan débil, por lo menos, algo es algo, pero mira que alguien como yo protegiendo a una mocosa"-
-"No soy una mocosa"-Quiso decir, pero solo eran sus pensamientos, no podía trasmitirlo a palabras audibles, luego, se concentro en un calor que nunca había sentido, era como un fuego rojo sangre que la incitaba a acercarse, sin saber por qué se relajó, como si el calor de esa llama pudiera mantenerla tranquila.
-"Uh ¿Por qué se pega tanto?..... Como sea disfruta mientras puedas mestiza esto no se repetirá"-
-"¡¿Por qué mestiza?!"-Esta vez Aizu se giro hacia un lado, notando a una mini versión de ella pataleando de un lado a otro, mientras apretujaba un ¿peluche? No sabia identificar que era, solo que ese muñeco tenia cabello blanco, dejando de lado a su "mini yo" trato de despertar.
-"¿Qué hago aquí?.... yo no cumplo los requisitos para ser un Servant"-
Lo escucho decir mientras se repetía una y otra vez esa palabra en la mente de la peli-dorada.
-"Tengo que despertar.... Vamos ¡Despierta!"-Pensó con fuerza mientras se concentraba, notando como una luz lentamente la engullía, fue rápidamente asaltada por una leve oscuridad solo iluminada por cristales que brillaban-¿Uh?-
-Al fin despiertas mocosa-Una voz atrajo su mirada, sus ojos dorados chocaron con unos rojos como la sangre frente a ella-Mira que aun siendo algo fuerte no poder contra esas criaturas ¿eh? Es un poco decepcionante-Murmuro por lo bajo, Aizu inflo sus mejillas y lo miro algo "molesta" o más bien lo intento.
-Yo.... Había peleado contra algo mas fuerte-Explico, pero vio como ese hombre arqueaba una ceja.
-¿Y eso que?..... si es cierto esas alimañas no habrían sido problema-Dijo con una mirada fría hacia ella-Además.... agradece que me hayas invocado, o ahora mismo el lugar estaría pintado de rojo-
-Y-Yo...-Trato de rebatir, pero no podía, en algo tenia razón, ella no estuvo 100% concentrada en la pelea, tal vez si se hubiera concentrado en abrir un camino hasta salir del coliseo en vez de quedarse en el centro podría haber huido.
-¡Tch!.... solo, no digas nada, guíame hasta la salida de este lugar, no conozco nada de aquí-Murmuro con el ceño levemente fruncido-Además para bien o para mal debo protegerte-
-¿Por....qu?-El la miro con ojos sin emoción alguna haciendo que no dijera otra cosa-Esta..... bien, te guiare.... solo bájame-exclamo y es que ahora se dio cuenta de cómo se encontraba.
Ella estaba en los brazos de ese hombre, la cargaba con tanta tranquilidad como si llevara una pluma en sus manos, podía sentir claramente ese pecho duro como el acero, junto a esos brazos fuertes pero suaves que la llevaban con delicadeza, por un momento un leve tono rojo adorno sus mejillas al darse cuenta que ese calor que sentía al estar inconsciente no era otro, que ella habiéndose pegado al cuerpo de esa persona desconocida.
-No lo hare, aun te encuentras débil, solo guíame y no des más vueltas-Dijo mientras caminaba, Aizu solo asintió, a sabiendas de que diga lo que diga, ese hombre haría lo que quiera.
