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Su rostro lo delataba sin vergüenza alguna, tan rojo como las rosas acompañado de una sonrisa algo estúpida y en consecuencia; "Lindo" esa palabra aparece una vez más en su mente

Tomó entre sus manos los bocadillos que le había traído, envueltos en una bolsa adornada con un lazo azul. Desprendía un aroma delicioso, y algo melancólico

- Ah, también traje esto para tí -sin buscar demasiado, saco un regalo que no disimulaba su contenido-

Un libro, con las páginas algo viejas y la cubierta igual, un libro que ha pasado por muchas manos y que ha sido leído por demasiados ojos

Algunos tal vez con aburrimiento, otros con tristeza y los de ella, lo han leído con pasión al igual que él

Dicen que las cosas que dejas en el pasado nunca vuelven, esta es una diferencia

Rogando por que solo sea una coincidencia y no un mal augurio, sonríe y con un "gracias" recibe el libro paseando sus delgados dedos por todas partes, buscando la dedicatoria que su hermana le había dejado

"Por tu anormal amor hacía
los libros"

Una hoja al final del libro, pues ella sabía que para él ningún tipo de tinta ajena a los textos debía tocarlos

"¿Como pudo estar aquí después de tanto tiempo?"

Su letra extremadamente elegante le encantaba. Amaba leer sus poemas cada tarde. Antes

- ¿Esta todo bien?...

- ¡Lo amo! -respondió, aguantado las miles de emociones que le causaba tocarlo- siempre quise leer este libro

- ¡B-Bien! Me gusta que te guste -avergonzado por la palabra "amo" que salió de su boca, comenzó a buscar en la misma canasta el mapa del pueblo-

Estiró el mapa por todo el pasto, mostrando cada casa, cada tienda y refugio en el pueblo, tomó un bolígrafo y carraspeo su garganta antes de comenzar. Ambos estabas sentados al lado del otro, rozando sus dedos y hombros

Sentía su respiración y su largo cabello caer en los nudillos de sus manos

"Demasiado cerca"

- Los primeros robos comenzaron aquí -señalo la tienda de la señora Salomé- Y siguieron sucediendo durante una semana

- Y después fue la tienda textil del señor Roberto ¿No? -señalo el lugar, avergonzandose por sus uñas, que aunque eran cortas, estaban negras gracias a la tierra-

- Si, dejó de hacerlo en solo esos dos lugares para después hacer desorden en las tiendas después de un mes. Literalmente a hacer desorden -con un punto resaltó cada tienda, y _______ comprendió que no hay patrón alguno. Sin sentido-

- ¿Y si fueron animales nocturnos?

- ¿Que? No, mi hermano lo sabría al instante

- Él puede hablar con los animales, no leerles la mente. Puede que a los animales nocturnos les guste jugar en la noche y rompan o roben cosas. Ratones, búhos...no lo sé, pero esto no tiene ningún patrón

- Podria ser una posibilidad, pero comenzó a desaparecer dinero hace 2 semanas. No creo que a los animales les interese eso

-... Dime donde fueron, por favor

Comenzó a señalar tiendas, desde pequeñas de joyería barata a la casa del señor Juán, dueño de grandes terrenos afuera y dentro del encanto

- Pueden ser ambos, quizás alguien que aprovechó que se corrían rumores de alguien desconocido y comenzó a robar. Ese tal señor Juan, ¿alguien le debe? ¿Hay alguien con una enfermedad difícil? ¿Un accidente?

Secreto (Camilo Madrigal x Lector) Where stories live. Discover now