C a p i t u l o veintidós: "Apoyo"

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Niall POV’S.

  No tengo mucho que hacer después del mediodía.
  Luego de haber ido a mis clases de negocios, había llegado a casa para prepararme para ir a la cita con _____, como cada lunes en el hospital, pero hoy había sido diferente.
  Llego a casa y una hora después, recibo un llamado del hospital, avisándome de que mi cita se había suspendido hasta el miércoles, que era mi siguiente cita. Me parecía muy extraño que ____ no me hubiera avisado de esta suspensión, pero no podía hacer nada.
 
  Después de una ducha, me propongo llamarla, así que enrollo una toalla en mi cintura mientras marco su número.
  Suena cinco veces y ella no me contesta, insatisfecho, vuelvo a marcarle, pero nuevamente, no contesta. Marcó por última vez y con menos esperanzas me pongo a esperar, suena dos, tres, cuatro veces, hasta que escucho su voz.

  La escucho tan apagada, tan diferente, que me preocupo de inmediato.
 
  -Linda… ¿Cómo estás?-pregunto esperando subir un poco su apagado ánimo, pero no recibo lo que esperaba.
  Hace un silencio, algo doloroso.
  De pronto siento su respiración algo alterada, y sé que está llorando.
  -Niall…-dice con dificultad-. Mi-mi papá…- mi corazón se encoge con solo escuchar su sufrimiento, y antes de que siga hablando, la corto.
  -Te veo en diez minutos en tu casa, nos vemos.


  Me visto con movimientos veloces, tomo mi billetera y salgo de la casa en mi auto. Sigo por unas calles y paso por ese camino que nos había marcado, pero no era momento de pensar en esas cosas. Piso un poco más fuerte el acelerador y conduzco más fuerte a su dirección. Cuando ya estoy en mi destino, aparco lo más rápido que puedo y camino a paso rápido a su puerta.

  Sé que estoy muy preocupado, porque jamás había hecho esto por Ashley… por nadie, aparte de mi madre, y yo sabía muy bien lo que era perder a alguien que amas.
  Golpeo la puerta y segundos después abre la madre de ____, que hace una noche atrás me había visto anonadada subir a su hija hasta su habitación.

  Hoy había quedado exactamente igual.
  Sus ojos me veían como si estuviera viendo un fantasma, con cierto miedo y asombro.
  -Señora Brendwood.-Saludo yo-. Soy Niall Horan, un gusto-. Estrecho mi mano hacia ella y acepta el gesto con cierto temor, pero lo acepta.

  ¿Acaso era yo tan horrible para que esta mujer, solo me observara así?
  -Disculpe, vengo a ver a su hija ¿Podría yo pasar…?-la mujer sale de su trance y se hace a un lado, dándome una señal para pasar.
 
  Entro a paso decidido y subo las escaleras. Era la segunda vez que pasaba a esa habitación. Golpeo la madera de la puerta y al instante esta se abre.
  Los brazos de ____ me rodean inmediatamente después de abrir la puerta. La siento tan frágil y vulnerable… su llanto amargo me entristece y me hace viajar un año atrás. Todo esto me hacía recordar las memorias de mi madre… su perdida y muerte, para mí, fue un dolor que marco toda mi vida.

  Toco el suave cabello de mi chica y con el mayor cuidado que puedo tener, lo acaricio transmitiéndole todas mis fuerzas, porque ella lo necesitaba.
  Se alejó y me miro a los ojos. Estos estaban hinchados y algo rojos por tanto llanto, pero esas lágrimas seguían brotando de sus ojos sin parar. Verla así me hacía sentir malherido.

  Acaricio su sonrojada mejilla. Siento sus secas lágrimas al rosar mi piel con la suya; trato de mostrarle una sonrisa, ¿Pero de que serviría? Si ella estaba rota por dentro. Tenía al más lindo de los ángeles, rompiéndose frente a mí.  

  -Llora angelito…-le dije enrollándola en mis brazos.

  Sus lágrimas se fueron haciendo más gruesas, mojando aún más mi camiseta, pero eso no me importaba, ella debía llorar y botar todo su dolor, en mí.

  -Él se fue-. Dice con su voz algo rasposa.

  La abracé más fuerte.
  -Jamás se ira… su recuerdo vive en nosotros. Pero ¿Te digo algo, princesa?

  Ella asiente apoyada en mi pecho.

  -Eres más bella cuando ríes, que cuando lloras.

  Levanto su mirada, con esos ojitos brillantes, me miro y con la fuerza que ella tenía, sonrío para mí.
  Me sonrío.

  -Gracias-. Agradecí antes de acercarme a sus labios y besarla.

Estuvimos todo el día, acostados en su cama. Mientras ella lloraba en mi pecho, yo le susurraba todas las verdades del mundo.

  De pronto, sentí que su cabeza se hizo más pesada, fue cuando supe que había caído dormida. No me quise levantar, porque me encantaba sentirla así, cerca y serena, dejando un momento de sufrir.

  Así que, observe mí alrededor. Su habitación estaba llena de papeles sucios esparcidos en el suelo. Las ventanas, estaban abiertas, dejando entrar una fresca brisa, pero lo que encontraba más extraño de todo, era que cada mueble, tenía una flor encima, todas de distintos colores y tamaños.
  Las paredes tenían imágenes pegadas con distintos artistas, pero no exageraba, no podía asegurar que todo estaba en un perfecto orden, más bien, era su desorden ordenado.
  Sonreí al imaginármela limpiando, con un delantal en su cintura y un pañuelo en la cabeza, mandando y diciéndoles a nuestros pequeños que no ensuciaran más.

  Ese mismo día en la tarde, fue cuando velaron al padre de ____ en su casa. Estuve con ella día y noche, sin falta, aunque Ashley sospechara.
  La ojiverde se había comportado extremadamente feliz, al contarle mis planes de acompañar a _____ en su duelo. Y eso no estaba bien, siempre había estado celosa y no tenía que haber sido la excepción. Tal vez había entendido el dolor que mi chica tendría que haber estado pasando.

  Toda la casa esta de negro. Hay millones de personas que lloran la muerte del señor Brendwood, se siente el cariño que recibía este hombre, aunque no lo hubiese conocido, sentía que él era muy importante para ____.

  Todos en la tarde, nos trasladamos al cementerio para enterrarlo.

  Mi ángel llora con más pena de la que había llorado, y yo, sintiéndome fuerte, no pude evitar desahogar unas pocas lágrimas. Verla a ella así, de verdad, me estaba rompiendo.
  Todo fue con mucho respeto, personas pasaban y decían palabras al hombre que yacía en el ataúd.
  Fue el turno de _____, y con sus piernas temblando levemente, levanto su mirada y miro hacia el cielo, y con valentía, dijo su discurso sin errores ni bacilos.

  -“Te amo papá”-. Fueron sus últimas palabras, para bajar corriendo y llegar a abrazarme con fuerzas.

  -Lo hiciste perfecto, linda.- digo reconfortandola.

 Su mano viaja hasta la mía, y en un pequeño murmullo, me dice:
  -Te amo Niall… espero no perderte jamás.

  Al decirme eso, con sinceridad completa, siento muchas ganas de parar todo y gritar que yo también la amo, pero no puedo hacerlo, así que, tomo de su cabello, lo recogí detrás de su oreja y despacio, disfrutando del tiempo, beso sus labios con todas mis ganas.
  -Yo también te amo.

_________
Corto, pero bello, jajaja.
Espero les guste y se viene lo bueeeno uauauaua
Las quiero
Paloma

|Do you remember me?| Niall Horan| Secuela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora