C a p í t u l o cuadro: "Mis confusiones del pasado"

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NIALL.


 Seguí caminando con Ashley hasta mi casa. Me sentía distante a ella, no como normalmente me sentía. Algo había pasado dentro de mí después de chocar con la linda chica de ojos marrones.
Tome la mano de Ashley, pero no sentí lo de siempre. Solo tome su mano, no fue ese algo mágico.

-¿Quién era esa chica Niall?-Pregunto Ashley, sabiendo que notaba mi distancia.
-No lo sé.-Contesto mirando al frente, evitando sus verdes ojos.-Solo choque con ella.
-Es que se veía algo decaída y pensé que eran amigos.-Comentó.
-No.-Contesto y ella se gira hacia mí.-Solo chocamos.
-Oh, esta bien.

Seguimos hasta mi casa y ella después de unas horas sin hacer nada en mi casa, se fue.
Yo quede acostado en mi vieja habitación.
¿Por qué había dicho que no la recordaba? ¿Porque se había puesto así de pálida al verme? Trate de recordar, pero mi cabeza cayó en una gran jaqueca. Algo me decía que ella era importante, que debía tener un gran papel en la vida…algo me hacía pensar todo el día en ella.
Cerré mis ojos tratando de contener el dolor, pero solo caí en un sueño.

Era algo extraño, yo no sabía tocar guitarra, pero en el sueño lo hacía. Mis dedos jugaban perfectamente con las cuerdas creando una hermosa canción. Había una fogata entre una persona y yo, pero eso era lo único que podía ver. Su cabello lo veía borroso y su cara no la podía descifrar. Escuchaba su risa y desperté.

Mi cabeza ya no dolía más. Pero sentía que ese sueño…no había sido solo un sueño. Recuerdo que hace tres o dos años atrás, sentía ese molestar en mi cabeza constantemente. Veía cosas en mi cabeza, cosas que para mí no tenían sentido. Yo ya tenía en cuenta que había tenido un accidente, pero nadie me había hablado de él y tampoco quería saberlo…eso me traumaría aún más de lo que estoy ahora.
Me levanto de la cama y me siento con mis brazos apoyados en mis piernas.
Debía de ir a ver a Greg.
Greg se había casado con una bella chica que había conocido en la universidad. Y ahora me tenían un pequeño sobrino. Theo.

Me cambie de ropa y salí de casa sin avisarle a nadie. La verdad, no necesitaba avisarle a nadie. En casa estaba solo yo. Papá estaba en el gran hospital y Bonnie estaba, no sé, no me importaba.
Comencé a caminar a la casa de Greg que estaba unas cuadras más allá.

Me gustaba el caminar a estas horas. En el cielo se formaba un color anaranjado mientras que si observabas un poco más allá, el color azul trataba de alcanzar al naranjo. Siempre reflexionaba en mis caminatas, algo que me hacía preguntar. ¿Qué hacía yo antes de ese accidente?


Y de nuevo la vi. Se despedía cariñosamente de un chico y de un pequeño niño que los acompañaba. Mire como su cabello danzaba con el fresco aire del atardecer.
Si la veía un momento más, estaba seguro que nunca más la podría sacar de mi cabeza.

Se giró y me vio. Sus ojos parecieron sorprenderse de que un desconocido la admirara del otro lado de la calle, pero después me pareció ver como sonreía.
Como si estuviera feliz de que la admirara. Bajo su mirada y comenzó a caminar hacia el otro lado de la calle.

Mi corazón me mandaba a seguirla, a ir tras ella. Pero no hice nada, la vi alejarse y perderse de mi vista. El seguirla estaba fuera del razonamiento.


Seguí caminando, pero estuve ausente cuando llegue a casa de Greg, estuve ausente en sus conversaciones y estuve ausente en lo que quedo de noche.
En mi cabeza solo estaba ella y su bella sonrisa.

Regrese a casa. De nuevo no había nadie. Y la curiosidad de mi pasado me invadió de nuevo, pero como me había recomendado mi doctor –Que ahora me iba a casar con ella-había concentrado toda esa frustración en el arte. Camine hasta mi habitación donde botaba mis pequeños y mínimos recuerdos.

Tenía millones de obras hechas con pequeñas partes de caras de los periódicos y revistas. Así lo hacía…así había recordado a mi madrastra, no sé porque mi cabeza la había recordado a ella, pero solo a ella y nada más. Era extraño, mi cabeza recordaba las cosas lentamente.

Comencé a recortar imágenes…y en un gran cuadro comencé a pegar, mi cabeza se manejaba sola, mis manos solo seguían sus órdenes. Y de pronto había hecho unos ricos labios que me hubiese gustado besar alguna vez.

Deje todo encima y salí de esa habitación para pasar al baño y ducharme.

¿Qué pasaría ahora si no podía dejar de pensar en esa chica?
¡Estoy a meses de casarme!
Pero ella no la podía sacar de mi cabeza.

|Do you remember me?| Niall Horan| Secuela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora