Recuerdos.

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Se encontraba nuevamente ahí, llorando en silencio, dejando que las lágrimas cayeran por su rostro sin rumbo, olvidándose de todo el mundo que lo rodeaba, contemplando ese lugar donde había pasado los momentos más felices de su vida.

—¿Recuerdas nuestra primera navidad juntos? Fue hermosa.

"¡Chan, ya basta! ¡Me haces muchas cosquillas!"

"¿Ah, si? ¡El mounstro nunca se detiene!"

"¡Debemos terminar de preparar todo para la cena! A este paso no podremos festejar hoy."

"¿Y que importa eso? Navidad será cada día mientras estés a mi lado."

"Chan, en serio. Debemos preparar todo."

"Está bien, tú ganas. No puedo negarme si haces esa carita."

Feliz, Minho se levantó del sillón donde anteriormente se encontraba siendo atacado por Chan y las cosquillas. Caminó hacia la cocina y empezó a preparar la cena mientras que Chan terminaba de acomodar la mesa y recoger el desastre que había hecho en la sala. 

Esa fue, sin duda alguna, la mejor navidad que había tenido desde que conoció a Chan.

—Recuerdo que, aunque te presioné por tener todo listo, al final el pavo se quemó y tuvimos que pedir unas pizzas, pero no me quejo, siguió siendo igual de especial.

Las lágrimas seguían brotando de sus ojos, y su corazón, aunque ya habían pasado años de eso, seguía doliendo. Por dentro, el deseaba que lo que pasó fuese una ilusión, que estuviera atrapado en un mal sueño y que pronto despertaría y volvería a ser feliz junto con Chan. Pero eso no pasaría nunca. Él ya se había ido.

"Nunca antes hice una muñeco de nieve."

"Eso es falta de cultura, Min."

"Siempre que lo intentaba ocurría algo y con el pasar del tiempo dejé de intentarlo—dijo recordando todos los incidentes que le pasaron cuando trato de hacer un muñeco de nieve. Giró su cabeza un poco más para tener una vista completa de Chan y el muñeco que habían armado. Su pareja le estaba colocando una bufanda en el cuello y otra en la "cintura".—¿Estás seguro de que eso va ahí? ¿No se verá extraño?"

"Claro que no, nuestro muñeco es original y a la moda."

"Bueno, si tú lo dices."

—Fuiste mi primera vez en tantas cosas. Fuiste mi motivación cuando pasaba momentos difíciles, le diste color a mis días grises, los cuales se terminaron cuando llegaste a mi vida.—sollozaba cada vez más fuerte, cada vez le importaba menos que alguien lo viera llorando y pensara que estaba loco. Porque sí, estaba loco por Chan y el hecho de no volver a verlo, no volver a tocarlo, no volver a tener más primeras veces con él, lo devastaba por completo.

Casi cae al suelo ya que sus piernas habían perdido la fuerza necesaria para mantenerlo en pie, afortunadamente logró agarrarse del tronco de un árbol que había en el jardín.

—Hoy estaríamos festejando un aniversario más, pero en su lugar estoy aquí, solo, llorando y extrañándote, sin saber como seguiré viviendo sin ti—dijo mirando a la nada, perdiéndose en un mundo de recuerdos.—¿Por qué no estas aquí? ¿Por qué no fuí yo el que se marchó?

"¿Dónde me llevas?"

"Es una sorpresa."

"¿Estas seguro que no nos hemos perdido? Tus habilidades para seguir el GPS no son las mejores."

"Vamos por el camino correcto, Chan. Relájate."

Pero, sin previo aviso, un carro apareció a unos metros de donde ellos estaban y sin poder evitarlo los automóviles se estrellaron. El carro donde iban ellos se salió del carril que les correspondía y dió varios giros antes de pararse por completo, dejándolos heridos. A uno más que al otro.

Las ambulancias tardaron unos minutos en llegar, los sacaron del carro y los metieron en las camillas de diferentes ambulancias. Momentos después ya se encontraban de camino al hospital, donde a uno de ellos le esperaba un destino diferente.

"¡Esta perdiendo el pulso! ¡Denle RCP, ahora!"

Minho, a través del radio que llevaba el paramédico que iba con el, alcanzó a escuchar lo que decían, y sus ojos se cristalizaron.

"Chan, vamos, no puedes irte ahora. Tenemos mucho que hacer aún."

"No gaste su oxígeno."

"Si el muere entonces prefiero hacerlo yo también a llevar una vida donde él no este."

Luego, paso lo que todos ya sospechaban. Chan murió.

Chan se había ido. Lo había dejado. Había emprendido viaje a su próxima vida, mientras que Minho seguía atrapado en esa.

—Debí haber muerto yo. Aunque he mejorado enormemente con la psicóloga, aún sigo creyendo que tú eres el que debería seguir disfrutando de esta vida. Seguro sería más fácil para ti seguir sin mi.

Las lágrimas habían dejado de caer, tal vez finalmente se le habían acabado de tanto llorar. O tal vez sus ojos ya estaban muy cansados.

—La psicóloga dijo que debía cerrar ciclos y que mudarme a otra casa era uno de ellos, así que hoy 24 de Diciembre, me despido de esta casa donde compartimos tantos buenos momentos juntos. No la olvidare nunca, ni a ti, sería imposible hacerlo. Pero según ella es bueno que aprenda a vivir sin ti físicamente pero siempre llevándote en mi corazón. Hasta siempre, Chan.

Entonces Minho tomó su última maleta y se subió en el carro de su amigo cercano, el cual se había ofrecido a ayudarlo con la mudanza. Miró la casa por encima del hombro y luego de darle una mirada llena de nostalgia, entró en el carro y se fue de ahí.

One Shots ✫ChanHo/MinChan✫जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें