En el pueblo de Encanto, existe la familia Madrigal y sin duda lo que mas destaca de ella son sus dones mágicos sin embargo también llama la atención el rebelde joven de 15 años, Carlos Madrigal.
Un día sus rebeldías, travesuras y ataques de ira ll...
Narra: Narrador Ya estaba por finalizarce el primer mes de clases en el Internado, algo que apenas era creíble para el joven Madrigal porque había pasado volando el tiempo, le envió el regalo a su hermano Antonio así que estaba esperando una carta de respuesta. Desde el día en que ___ le dio ese fuerte dolor de estomago, Carlos mantuvo un poco su distancia porque se sentía culpable y también porque quería saber que es lo que le estaba pasando cuando estaba con ella, cuando termino la última clase y todos los alumnos iban en camino a sus cuartos a cambiarse, había un letrero que estaba pegado por diferentes partes del Internado que llamo la atención de Carlos y sus compañeros de cuarto.
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-Un baile? -pregunto Carlos confundido.
-Ah si, escuche a los alumnos antiguos hablar de ello, al parecer es todos los años, se pasan la noche bailando y comiendo, claro que no hay una sola gota de alcohol... -el compañero de Carlos dijo esto algo triste.
-Entonces vamos chicos, a mover el esqueleto! -dijo otro chico.
Ya es viernes, todos los alumnos estaban entusiasmados por la idea de un baile para poder bailar hasta aburrirse, nadie llevaría alcohol porque en años anteriores lo han intentado y solo digamos que los castigos que recibieron no fueron muy bonitos... Mientras sus compañeros de cuarto se arreglaban con sus trajes elegantes, Carlos estaba en su cama leyendo un libro.
-Qué esperas Carlos? Empieza a arreglarte.
-No iré -dijo con un tono serio.
-Qué?! -todos sus compañeros voltearon a ver a Carlos confundidos.
Si bien Carlos había aprendido a controlar un poco mejor su carácter, eso no cambiaba el hecho de que no era muy sociable ni conversador pero a sus compañeros de habitación les agradaba igual además no tenía nada tan elegante como los de sus compañeros ricos y no quería sentirse incómodo.
-Mmm este chico necesita nuestra ayuda -dijo uno de ellos.
-Vamos, pongámonos manos a la obra, el príncipe Carlos debe estar deslumbrante para su princesa.
-Qué princesa? -dijo Carlos sin entender.
-Oh nada, solo pensábamos que tal vez quisieras estar radiante para ___, quien ira a la fiesta y bailar así -empieza a bailar con uno de los chicos un vals mientras todos decían "tarara rara rara" haciendo referencia al ritmo de ese baile.
Carlos solo se sonrojo por los comentarios de sus compañeros, uno de ellos saca un traje rojo de la talla de Carlos.
-Quizas te quede, ahora pontelo o llegaremos tarde.
