Tú, yo y un resfriado

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Narra: Narrador
Ya estaban nuestros protagonistas (y compañía) de vuelta en el internado, aunque se fueron con algunos colados, ejem, Luisa y Camilo, pero detalles jiji.

Todos se encontraban ayudando en el invernadero que fue inaugurado ese mismo año, aunque algunos lo estaban pasando mejor que otros.

-IIIIH UN GUSANO SE ME SUBIÓ A LA MANO, QUITENMELO QUITENMELO! -gritaba Roberto al ver como un pequeño gusano de tierra se empezaba a mover desde su mano hasta su brazo- IIIIIH!

-Quieto amor -dijo Luisa quitandole el gusano a Roberto- ya está, tranquilo.

-Aaaay mi heroína! -estaba a punto de abrazar a su amada cuando una abeja se le posa en la punta de la nariz y se queda paralizado en su lugar.

-Wow, me sorprende que no haya gritado -comentó Carlos viendo a Roberto más quieto que una estatua.

-3, 2, 1, luces fuera -añadió ___ y en ese momento Roberto se desmayo, hubiera caído al suelo si no hubiera sido por Luisa que lo alcanzó a atrapar.

-Eso tiene más sentido -exclamó Carlos.

-Sip, tiene una seria fobia a los insectos.

-Entonces qué hace aquí? Literalmente es el hábitat de los insectos -pregunto Camilo con una mirada de extrañeza a su cuñado aun inconsciente.

-Intenta superarla -dijo Yamato apareciendo entre unas plantas, sacandole un susto a Camilo.

-IH!

-Pfff! Sonaste como un cerdito -exclamó Carlos intentando no largarse reír por aquel sonido tan agudo.

Siguieron en su labor de cuidar las plantas del invernadero, estaban allí junto a otros alumnos que iban en segundo u tercer año de internado.
Nuestra protagonista estaba plantando algunas semillas de verduras, ya que querían poder generar su propio alimento en un futuro, este acto le llamó la atención a un chico que venía de Inglaterra, ya que sus hermanas nunca estarían en el suelo arruinando su manicura recién hecha.

-Wow, es bueno que ser una chica no te detenga de ensuciarse las manos -dijo el chico acercándose a ___.

-Disculpa? -pregunto la joven algo molesta por el comentario.

-Perdón! Quise decir, no todos los días veo a una chica trabajando como un chico.

-Tienes cinco segundos para retirar lo dicho -comentó nuestra protagonista con una vena marcada en su frente.

-El chico se golpea la frente con su mano derecha- ay lo arruine, perdón, es que no estoy acostumbrado a que haya chicas dispuestas a ensuciarse las manos, la mayoría de mujeres en mi familia con suerte se asoman a ver el jardín jeje -finalizo el chico que estaba rojo de la vergüenza- solo que no eres la típica chica y eso me gusta...

-Oh eeem pues gracias supongo, aunque tampoco debes juzgar a esas chicas, hay personas que son diferentes y eso hay que respetarlo, no hay que hacer a alguien menos solo porque no le gusta hacer algo -comentó la japonesa sacudiendose las manos llenas de tierra.

-Es verdad, lo lamento, solo quería decirte que me pareces asombrosa -dijo aquel chico en un tono bajo debido a los nervios, después de todo estaba frente a su crush.

Rebeldía rizada (Carlos x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora