Capitulo 12: Ocultar

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—Bakugo...¿que hacemos?— llamo esta vez Sero con preocupación ya que a lo lejos varias de esas cosas comenzaban a acercarse debido al escándalo echo, ni siquiera se percataron que su amiga se encontraba en ese grupo ya que estaban mas concentrados en el peligro inminente.

Estaban en problemas, esas cosas estaban a nada de ellos, los orbes bicolores buscaron a su alrededor algún lugar donde pudiesen esconderse, mientras el ojirubi soltaba un gruñido molesto, había querido evitar ese jodido problema pero ahora era inminente el que serian atacados.

—¡hey no se queden parados como idiotas, defiendanse!- les grito a todos, hay en esos momentos de la partida era inútil intentar pasar desapercibidos cuando esas cosas ya les habian escuchado en el lugar, seguramente por el grito que solté aquella "niña" al ser atacada por Bakugo quien no dudo en matarla para quitársela de encima a aquel idiota.

—Hay que correr y defendernos, las chicas deberían ir primero— musitó el de cabellos bicolores con muchisima calma en su voz pese a la situación, el rubio dejo escapar un gruñido con levedad llevando sus ojos rubíes a las chicas que se encontraban en el lugar.

—¿Mina?— exclamó en un jadeo el pelirrojo sorprendido de ver a su amiga allí.

—¡Mina!— Sero salto sobre ella abrasandola con mucha tranquilidad de verla bien

—Idiotas, no se desconcentren— les regaño cuando una de esas cosas se acerco le dio de lleno contra la cabeza no dudando en ningún momento en dar varios golpes mas contra su cuerpo para asegurarse que no volvería a ponerse de pie.

—¡lo siento Blasty!— exclamo usando uno de aquellos largos palos que consiguieron en la comisaría para poder golpear a mas de las cosas que se avecinaban sin dudar contra ellos, no querían tener que terminar usando aquellas armas de fuego que llevaban con ellos

—Chicas, adelantemonos— les llamo Sero a las cuatro chicas que aun sentían el escalofrío recorrerles por el miedo que comenzaban a sentir

—¡Reaccionen joder!— les grito el ojirubi golpeando a otra de esas cosas que estaba por tirarsele a Uraraka que solto un grito aterrador —Joder si que son ruidosas, caminen y defiendanse, no sean idiotas, deben defenderse ustedes solas ¡si quieren vivir defiendanse y corran!—

Shoto trago saliva mirando al chico ¿como podía regañarlas y gritarles en esos momentos? No lo sabia, parecia tan tranquilo con la situación, sus rubíes se movían de un lado a otro buscando algo, suponía que un refugio. El bicolor vio que una de aquellas cosas estaba por lanzarsele por la espalda al chico de cabellos rubios y desordenados, apresuro sus pasos con prisas hacia allí con aquel tubo en alto y sin dudar ningún segundo golpeo la cabeza de esa cosa, después enterró el tubo con la mirada gélida y golpeo muchas mas veces siguiendo el ejemplo del contrario para asegurarse que realmente no volvería a levantarse.

—Eres bueno bastardo de dos colores, bien muevanse, vienen mas — les señaló hacia atrás mientras las chicas pasaban hacia adelante para dirigir el grupo.

—¡Bakubro escondamonos en él centro comercial cercano!— grito Denki con su cabello rubio revoloteando cuando una ventisca repentinamente les ataco haciendoles cerrar por unos mínimos momentos los ojos.

-¡bien! Muevanse hacia allí— Denki y Sero se colocaron enfrente de las chicas que caminaban, o mas bien todos se encontraban casi corriendo, Kirishima iba detrás de ellas para cuidar que alguna de esas cosas no terminara por morderles

—Vienen muchos...— murmuró Shoto dirigiendo su mirada bicolor hacia atras, el de orbes rubíes asintió a su lado

—Tu y yo nos quedaremos mas atras para defender mientras esos idiotas llegan al Centro Comercial — le explico con muchísima tranquilidad en su voz, pero el bicolor pudo escuchar y percibir la respiración agitada del contrario, probablemente el miedo de no lograr defender a sus amigos le atormentaba mínimamente, había unas minimas gotitas de sudor bajando por su cuello seguramente por él esfuerzo realizado hacia poco y a eso sumandole el intenso sol que se encontraba estando encima de ellos.

—¡Blasty!— le grito el pelirrojo preocupado de que se quedsra atrás.

—¡Adelantense!—

—¿Blasty?— cuestiono el bicolor golpeando a la primera de esas cosas que se les acerco haciendo manchar de sangre su ropa nuevamente.

—Katsuki, me llamo Katsuki Bakugo— gruño cuando algo se le tiro encima haciéndolo trastabillar sobre el suelo, afirmo los pies contra el pavimento reteniendo a aquello con fuerza hasta sacar de su bolsillo una pistola que estaba por disparar, aunque eso fuese una mala idea pues llamaría a mas de esas cosas, Shoto se apresuró a golpear aquello que atacaba a Katsuki enterrado hasta atravesar la cabeza el tubo mirando aquellos restos negruzcos y espesos en su arma.

—Shoto — se presentó el bicolor empujando con su pie a aquello para poder sacar su única arma para defenderse.

—Tienes buenos reflejos y fuerza niño — le sonrió de medio lado un tanto a gusto por no tener que lidear con algún inútil al que tuviera que terminar cubriendo y cuidando.

Ambos se miraron el uno al otros, el azul y gris se fijaron sobre aquel rubíe brillante, se observaron con decision y asintieron con la cabeza entre si, se colocaron espalda contra espalda para tener mejor alcance de defensa para esas cosas sin necesidad de preocuparse por terminar siendo atacados por la espalda por sorpresa.

Por otro lado, Denki corrió junto a los demás a aquel centro comercial que se encontraba mas cercano a aquella escuela debido a que se había construido para el entretenimiento de los alumnos ya que solían quedarse a vivir allí durante sus estudios, el lo sabia ya que junto a los demás asistieron a aquella prestigiosa escuela que ahora les ofrecía un refugio.

—¡La puerta principal esta cerrada!— grito en susurros Yaoyorozu intentando empujar con fuerza las puertas principales que se supone debían abrirse al solo pisar el tapete de entrada.

—Hay que buscar otra manera de entrar— murmuro Uraraka paseando sus ojos por el sitio, ya habían echo demasiado al dejarle todo lo que conllevaba defenderse a Shoto y Bakugo, al cual conocían por Mina, debían asegurar que podrían entrar y ocultarse.

—¿deberiamos buscar la entrada trasera?— cuestiono Tsuyu mientras Sero y Denki intentaban empujar la puerta aun y poder entrar.

—¿y si entramos por alguna de las tiendas que abren desde el exterior también?— agrego la pelinegra con un gesto pensativo debían apresurarse.

—¡chicas, chicas hay una tienda con los aparadores rotos, tiene una puerta al interior, vamos!— les llamo a todos señalando el lugar que mencionaba

—¡Kiri vamos!— grito Denki mientras las chicas caminaban por delante con Sero al frente por precaución.

—Esperare a Blasty, adelantense — el pelirrojo le dio una sonrisa al rubio que dudo al irse, debía huir de nuevo y dejar a sus amigos áreas como dejo a su amado novio también, hizo una mueca con sus labios y asintió con la cabeza.

—Asegurense de volver...— exclamo seriamente corriendo hacia donde los demás se habían ido con la duda y culpa persiguiendole en su pecho y mente.

Katsuki y Shoto ciertamente tenían muchisima resistencia pero comenzaba a hacerseles difíciles el echo de defenderse, al final se miraron y decidieron que era hora de correr, los demas ya deberían estar en el interior de aquel centro comercial, o al menos eso esperaban. Ambos se impulsaron y corrieron intentando ensartar golpes en el camino a las cosas que les perseguían, hicieron lo mas que pudieron por perderlas en el lapso de calles que corrían hacia donde se suponía sus amigos les esperaban.

—¡Blasty! Vamos, vamos, las chicas encontraron una entrada, las puertas no cedían — les indico a ambos cuando llegaron.

—Corramos, esas putas cosas deben estar viniendo hacia aquí— 

—Intentamos detenerlas, pero aparecieron mucho mas— murmuro el bicolor limpiandose un poco de la sangre que había caído sobre su mejilla hacia minutos.

Los tres chicos asintieron comenzando a apresurar sus pasos hasta aquella entrada que habían encontrado las chicas, el pelirrojo acerco su mano a la manija de la puerta que daba al interior y abrio lentamente esta ante la atenta mirada de los otros dos chicos que esperaban poder entrar pronto, tan pronto como fuera posible ya que lograban escuchar, sobre todo el bicolor, a aquellas cosas acercándose a donde ellos estaban.

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