34. Temores

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Henry....

El maldito Italiano ladea su cabeza y lo peor aún, su mirada me indica que lo que tengamos que resolver no será un simple negocio sino algo que se cobra en mi mundo con sangre. 

Natalie, perpleja observa la escena, mientras yo tambien sonrío y dirijo a mi mujer hacia el auto en donde Eric me espera. 

--Quiero toda la informacion de Giulio Mancini, hijo, toda su maldita vida, desde el día en que nació, quiero saber hasta que pasta dental usa Eric, así que ponte en ello de inmediato. 

--Como ordene señor. 

Natalie, sigue en silencio, sé que quiere preguntarme un millón de cosas pero en este momento simplemente calla. La llevo hasta la casa y sin mas me dirijo al despacho, sino es Rafael, era Harry, Hannia y ahora este tipo que piensa que puede venir a coquetear con mi esposa en mis narices y lo peor aún decir que tengo algo que resolver con él.

Las horas pasan y me entretengo con vario papeleo que tengo atrasado, necesito despejar la mente. La puerta de mi despacho es tocada y doy permiso para entrar, es Eric. 

--Adelante, toma asiento. 

Sin mas el me entrega una carpeta con toda la información que le pedí, y es más que exacta. Giulio Mancini continúa con el legado de su padre, se formo su propia compañía vinatera que produce y exporta por casi todo el mundo. 

Leo detenidamente mientras Eric me observa y el sabe que ya llegue a la parte que mas quería saber de él. Prometido de Karlota Carusso, asesinada en Italia, encontrada en una fosa común al lado de su padre, un tiro entre las cejas. 

--Mierda... es lo único que sale de mi boca. 

--Llego hace dos semanas de Italia, proveniente de Roma. -Me indica Eric.

--Preparen el Jet que llenen de combustible, busca a la señorita Faxton y a Kiara diles que hagan maletas. Ahora!!--Demando y sin más subo a mi habitación en donde Naty esta sentada junto a la ventana hablando por teléfono. 

--Si Sammy, tranquila, Henry estuvo conmigo en todo momento. Nos hablamos. 

Mi mujer cuelga la llamada, mientras me acerco a ella y la tomo de sus mejillas para darle un beso casto en sus labios. 

--¿Estas bien?--Me pregunta. 

--Debes irte ahora mismo, Giulio Mancini era el prometido de Karlota Carusso. 

--¿Qué?--Se sienta sin mas, y siento que su mirada se fija en un punto. 

--¿Qué haremos? 

--Irás a tu casa, no creo que él te siga hasta allí. Iras con Samantha y con Kiara. 

--Henry, por favor, no me alejes. 

--No lo entiendes Naty, se cobrará contigo lo que le hice a su prometida. Ya envíe por Melanie y Hope, ellas irán a donde mi amigo en Escocia. Necesito resolver esto de inmediato. Entre mas tiempo pase mas peligroso será para ti y para todos nosotros. 

--¿Y las empresas y la Fundación?

--Sabes que hay gente de sobra para arreglárselas mientras no estemos disponibles Naty, dame tu móvil.

--¿Para qué?

Sin mas lo tomo de sus manos y lo destruyo, puede ser que ya el tal Giulio lo haya interceptado y este en este momento sepa en donde esta ubicada mi casa. Por lo que Naty hace una maleta. 

--Aprovecha y aclara las cosas con tu madre, sé que ella es importante para tí.

--Sí, lo sé, pero ella no quiere siquiera hablarme. Y más por lo que salió en el periódico acerca del contrato, por mas que hayas pagado o sobornado por lo que lo retirarán sé que mamá esta molesta, mi tía me lo dijo. 

ENAMORADA POR CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora