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Siguiente estación número catorce línea tres, recuerde no dejar objetos en los pasillos y tener precaución con el cierre de puertas.

- ¿...te bajas acá? -

Kyle observó al azabache con emoción, pensando en la leve posibilidad de que él también se bajase en la estación 14.

- sí... aquí me bajo... - sus mofletes se enrojecieron, él ya sabía de antemano todo, pero aún así fingió incredulidad y emoción, como si fuese un testigo más de las extrañas coincidencias que lo conectaban con su amado.

El hilo rojo siempre une a los destinados, sin importar los años, la distancia o los problemas que los separen, el hilo rojo es invisible, a su vez, imposible de cortar.

- de verdad no me lo creo... ahora falta que seamos vecinos o hermanos perdidos que se acaban de reencontrar... - Stan rió levemente ante esa suposición - sería extraño, pero no lo descarto - ambos rieron, pero el menor pensó en lo turbio que sería estar enamorado de un medio hermano.

Cuando el tren aminoró la velocidad, el pelirrojo se levantó para arreglar su mochila y colocarla en su espalda, Stan hizo exactamente lo mismo, estaban preparados para bajar.

- lo bueno es que ya no hay tanta gente, no tendremos que empujar a nadie... me siento un poco culpable haciendolo...

- pero si no lo haces te quedarías atascado y tendrías que bajarte en la estación que no corresponde - interrumpió Stan - tienes un buen punto ahí.

Eran distintos, pero a la vez sus diferencias encajaban perfectamente como piezas de rompecabezas.

Se bajaron sin ningún problema, observaron como el tren se alejaba de ellos y ganaba velocidad. Kyle volteó a los asientos de la estación, aún dudoso de su idea de que eran hermanos perdidos - ¿a dónde debes ir ahora? yo vivo por allá - apuntó a la izquierda, donde había un camino de piedras.

- yo vivo al lado contrario, hacia allá - apuntó Stan a la derecha, levemente desilusionado, no por la idea de ser hermanos, sino porque la racha de coincidencias habían terminado.

- vaya... aquí se separan nuestros caminos... bueno, después de pasar la tarjeta - se corrigió a si mismo Kyle, recordó que debía pagar para salir de la estación, el azabache rió mientras asentía - sí, deberíamos irnos...

Una vez pagado el pasaje, salieron, el de cabellos oscuros aprovechó de mirar nuevamente a su acompañante, su nariz se estaba enrojeciendo debido al frío de la noche que estaba cayendo, sus pestañas onduladas hacían juego con sus redondos ojos y su sonrisa, estaba a punto de fantasear con abrazarlo o mirarlo más tiempo, pero fue interrumpido por las palabras del susodicho - ahora sí, nuestros caminos se separan, me encantaría acompañarte a tu casa o conversar más, pero debo estudiar algo urgente.

- no te preocupes, agradezco tu gesto de querer acompañarme, pero sé cuidarme solo, una vez golpée a un ladrón... larga historia - Kyle se veía interesado por la historia, pero la brisa gélida estaba entumeciendo sus dedos y quería llegar a su hoga, rezaba para que su madre haya hecho algo delicioso para cenar - espero que llegues bien a tu casa, podemos seguir hablando por chat - dicho eso el pelirrojo extendió su mano a la espera de un apretón por parte de Stan, cosa que hizo sin demora.

- te hablaré, eso es seguro, cuídate Kyle.

- espero que quedemos pronto ¡nos vemos!

Estación ¹⁴ ✧・゚South Park | StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora