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El pasillo estaba vacío, ningún alma yacía en el lugar, ni siquiera el conserje que solía pasearse después de clases, a excepción de una chica con mirada suplicante y un chico con el corazón apretujado a punto de derramar lágrimas de sangre y quebrarse completamente como un cristal cayendo al suelo.

— Stan sé que me equivoqué y no es la primera vez, pero... te amo. Ambos nos equivocamos, demosle una oportunidad a lo nuestro de manera madura... — las últimas palabras de la azabache se ahogaron dentro de su garganta que lloraba al igual que su alma adolorida y arrepentida, líquido salado se escurrió por sus ojos y reposaron sobre sus mejillas, rápidamente se tapó el rostro con ambas manos.

— lo sé, te perdono y espero que puedas perdonar mis errores — el chico se acercó y quitó las manos de la contraria para observar aquel rostro que lo tuvo enamoradísimo hace un tiempo — pero no quiero que sigamos sufriendo, no nos hace bien, tampoco quiero verte llorar, me duele el alma verte así, creo que es lo que más me lastima — de igual manera dejó caer algunas lágrimas, hizo un esfuerzo sobrehumano por comprimir la mayoría de ellas — eres una chica magnífica y hermosa, no te mereces a alguien como yo, no te hago bien, y no logramos encajar como nos gustaría... —

Para la muchacha esas palabras fueron un cuchillo afilado atravesando su abdomen, cerró sus ojos con fuerza y se alejó un par de pasos de Stan — bueno... debo aceptarlo — limpió su rostro y con la mirada agacha sollozó en silencio — fue un gusto ser parte de tu vida Stan... espero de corazón que seas feliz... — no esperó a su respuesta y abandonó el lugar con paso apresurado, sentía que la poca dignidad que le quedaba la gastó en rogarle a su ex novio, y para su mala suerte nada salió como ella había imaginado.

Stan se quedó estatico, observando como la silueta tan familiar y cercana para él se alejaba, por cada paso que daba sentía que algo se desprendía de él, nunca pensó que ese momento llegaría, pero era lo más sensato para él. No quería seguir en ese círculo vicioso, quería ser feliz, sentirse pleno, seguro, cálido, pero lo que más añoraba era que Wendy fuera feliz y sabía que a su lado no sería posible.

En estos momentos anhelaba ver a Kyle, ser invadido por su luz y renovado con su paz, soñaba despierto e imaginaba sus abrazos que de seguro eran calurosos, sus labios rosados deben saber a una dulce fresa recién cosechada. No debía armar una idea precipitada de él en su mente, conocerlo era su misíon y eso iba a llevar a cabo.

Sisi, puse una canción de Mon Laferte, escribí este capítulo mientras la escuchaba ): 🌻.
yyyy prometo que Wendy será muy feliz en esta historia, se lo re merece ❤❤❤.

Estación ¹⁴ ✧・゚South Park | StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora