Guerra en Occidente

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Un mes antes de la visita al reino Santo

El general Wellington fue aclamado como el estratega y táctico que llevo más inovación al nuevo imperio, fue quien comenzó el usó general de armas de fuego en las fuerzas armadas, quien comenzó con las estrategias de grandes cuadros defensivos, líneas de choque y ahora comenzó con los ataques de oleada para tomar más terreno mientras se movían, nunca se quedaba estático en su mente militar.

Su apariencia era inconfundible, una figura alargada que media 1.88 metros, casi tan alto como el mismo Budo, pero era más delgado que el musculoso cuerpo del gran general, su cabello castaño siempre peinado y oculto bajo algún sombrero o gorro, en batalla cuando era invierno usaba un suntuoso sombrero de piel negro con el símbolo de una calavera sobre dos fémures cruzados en una equis, como si retará a los francotiradores.

Su uniforme era negro como su sombrero, un largo abrigó en el que no solía llevar algún adorno ya que no le gustaba mostrar lo que a su parecer solo eran baratijas, dejando solamente las insignias de su tango, sus botas eran de cuero de bestia peligrosa, siempre anteponía la calidad y resistencia a la elegancia.

Su rostro era maduro, alguien que ya había tenido su bautismo de fuego en la guerra, sus ojos color avellana eran fríos, apenas y mostraban alguna emoción a su alrededor, su piel era pálida como cualquier hombre que creció en el norte, pero lo que siempre destacaba era un mostacho café cuidado con las máximas atenciones.

Está vez el general de la victoria de Arcadia se encontraba frente a un enemigo con el que habían peleado en el pasado y siempre salieron victoriosos, el país de occidente era feroz y en la región era un poder secundario que pudo haber conquistado otros países, pero decidió atacar al imperio por un antiguo y absurdo resentimiento que llevaba más de 500 años.

Esa primera batalla fue una masacre para el ejército de occidente, como era de esperar intentaron atacar con su caballería pesada, repitiendo el desastre de la invasión, el fuego de ametralladora los diezmo sin ningún problema aparente y su nueva artillería volvió el campo de batalla un pantano de surcos dónde los caballos caían.

Una vez que la caballería fue abatida y capturada, inició el ataque a la fortaleza, como aparente regla siempre deberían establecer un campamento y asediar la ciudad, pero Wellington era consiente de que una guerra de ascendió siempre era demasiado costosa y brutal para ambos soldados, por lo que decidió que sería mejor tomar la ciudad lo antes posible.

Era una ciudad menor de un país muy inferior en población al imperio, su población quizás era de 100.000 habitantes cuando mucho y seguramente menos de una quinta parte podría poner resistencia, por lo que ordenó a la artillería reducir los muros de la ciudad a escombros y después tomar por asalto el palacio de gobierno.

La orden fue acatada, sus soldados avanzaron sobre la ciudad en formación, los muros temblaban con cada disparo, gigantescos escombros eran proyectados al interior y la muralla colapsaba en grandes secciones, los defensores armados en su mayoría con arcos fueron abatidos por los rifles, pero justo cuando estaban por entrar el general Wellington ordenó un alto al fuego.

Envío una carta exigiendo la rendición total de la ciudad, la carta fue entregada, mientras el general esperaba en su tienda, revisando un mapa de la geografía del territorio, había montañas en su camino a la capital y allí podría tener más bajas de las que creía, el país de occidente aún tenía miles de soldados y ellos eran pocos para intentar tal hazaña, aún con sus evidentes ventajas.

En un recuento de sus fuerzas, tenía a 5 usuarios de Teigu con él, además de tener a Mez como su guardaespaldas junto a Leone, sin contar a Luna y Fall, las chicas que estaban al servicio de Rex antes cuando aún era Wolfpack, las jóvenes eran una hábil sirviente y una combatiente competente que servían como compañía.

Choque de Imperios: Gate, Overlord, Akame Ga kill y masWhere stories live. Discover now