Las crónicas de Tanya el Führer

Capítulo 34- Esta es la temporada

Tanya buscó cuidadosamente en la habitación a un segundo asesino, pero solo encontró a un hombre. Cuando lo vio por primera vez, quiso capturarlo para interrogarlo, pero la habitación estaba demasiado oscura y demasiado llena de muebles rotos y artículos abandonados para darse ese lujo. Entonces, naturalmente, decidió la forma más rápida y segura de matarlo y lo hizo sin dudarlo.

Empujó el cuerpo con un pie y examinó al hombre. Aparte de la expresión de sorpresa en su rostro, era anodino. "Interesante, no un mago pero aún mortal". Encontró la última ronda apretada en su mano. Estaba hecho de una aleación brillante que parecía oro enrojecido. Sus dedos se sentían extrañamente fríos cuando lo tocó, como si el calor estuviera siendo arrancado a la fuerza de su cuerpo. "¿Qué demonios es esta cosa?" Sacudió la cabeza y lo envolvió en un pañuelo antes de guardarlo en su bolsillo.

“Involucrar a las autoridades es un gran problema”. Hizo un cálculo rápido entre la molestia garantizada si lo denunciaba, la respuesta probable y las consecuencias en comparación con si encubría el incidente multiplicado por la posibilidad de que se descubriera. "Bien entonces." Lanzó un hechizo que normalmente usaba para deshacerse de documentos clasificados, solo que con un área más grande. Dentro de los límites, el calor era extremo, pero no se filtraban gases y se filtraba muy poca luz. Cuando terminó y lanzó el hechizo, quedaba poco más que CO2 caliente y una fina ceniza que se llevó el viento frío de finales de otoño.

Debido a la cantidad de metal involucrada, se llevó el rifle de francotirador en el conveniente estuche provisto. Aunque no era su estilo habitual, decidió conservarlo o deshacerse de él más tarde. Miró su reloj interno... habían pasado menos de 10 minutos. Es hora de volver a entrar.

Descubrió que los asistentes a la reunión estaban inquietos pero no en pánico y su regreso alivió incluso eso. "¡No hay problema, todos, por favor continúen divirtiéndose!"

Visha miró inquisitivamente y Tanya solo asintió. Toda una conversación en dos miradas.

Con eso fuera de su mente, se sintió más libre que en todo el día y decidió terminar algunos negocios, uno a uno. En sentido figurado, agarró la cabeza del Schnäppchenmarkts. “¿Cómo están los niveles de inventario? Mis contactos militares están ansiosos por vaciar muchos más almacenes”.

El hombre parecía bastante avergonzado, "En general bien, señora, pero creo que tomé una mala decisión".

"¿Oh?" Se esforzó por recordar algo que se destacara, pero él había estado manejando las cosas de manera competente, por lo que no se le ocurrió nada.

"Acepté grandes cantidades de mantas excedentes asumiendo que serían apropiadamente estacionales, pero no estoy obteniendo las ventas que esperaba, ni siquiera una décima parte".

¿Hay tan poco interés en las mantas? ¿Con el invierno acercándose? Seguramente no."

Parecía algo melancólico. “Oh, hay intereses, pero las personas más interesadas no tienen dinero para pagar”.

“Recorta el precio hasta el hueso y si crees que eso no es suficiente, simplemente regálalos”.

"¿Señora?"

Ella se encogió de hombros. “Los estamos obteniendo a precios que son literalmente más baratos que la suciedad. Si sufrimos una pequeña pérdida, al menos no tenemos que mantenerlos en el inventario”. Tanya palmeó al hombre en el hombro, deseando ser tan alta como en su última vida para que el gesto fuera más natural. “No se preocupe por cada centavo y mire el panorama general. Si tiene otras acciones con alto interés pero no se mueven, simplemente haga lo mismo y lo compensaremos con otras cosas”.