Las crónicas de Tanya el Führer

Capítulo 99 - Imagina

Invisible para todos menos para aquellos con vista , se formó una línea de energía entre las dos mujeres. El mundo se congeló de una manera que le resultó muy familiar a Tanya. Las gotas de agua se detuvieron en el aire, las columnas de vapor del metal caliente y húmedo se detuvieron en su lugar y un pájaro curioso se detuvo en medio del aterrizaje. Pero en lugar del mundo de tonos grises, el área alrededor de ella y Mary todavía tenía la riqueza de la vida, pero era más brillante que de costumbre. Sintió que la energía la inundaba como si el mundo brillante estuviera rejuveneciendo su cuerpo.

Mary, por otro lado, hizo una mueca cuando sintió que el cansancio caía sobre ella. Aún así, no era peor que cuando estaba usando sus poderes a todo vapor y había una frescura en el aire que no había antes. "¿Qué dijiste?"

Tanya negó con la cabeza, “Esa no era una runa curativa. Era una runa vinculante de algún tipo. Temporal por lo que puedo decir. En al menos un libro lo llamaron la runa Amity. Otro la llamó la runa del Equilibrio.

"¡¿Vinculante?!" Si bien ya no quería matar al mago germano, ¡no quería estar apegada a ella!

"Dije temporal". Sin la presencia opresiva de Ser X, encontró el efecto nada desagradable. “Supongo que el aspecto Equilibrio es primario y que estás compartiendo energía conmigo”. Ella sondeó suavemente sus heridas. “Nada dramático pero suficiente para sacarme de cualquier peligro”.

"De nada."

Tanya levantó una ceja. “¿Quién causó estas heridas?”

"Lo hiciste. Con esos explosivos.

Sus ojos se abrieron. "¡Bien! Pareces más inteligente ahora... Supongo que también lo estoy compartiendo contigo”.

"¡Tú! ¡Tú tú tú!"

Ignorando el estallido, Tanya trató de analizar el hechizo. Podía sentir el flujo, pero cuanto más pasaba, más sentía algo... desagradable. Desagradable pero familiar.

“Tengo que decir que tienes una cantidad de poder verdaderamente ridícula, Sioux. Pero hay un problema con eso, o más bien contigo.

Mary resopló, aún no feliz con Tanya incluso si ya no estaba tratando de matarla. "¿Estás buscando pelea?"

Ella sacudió su cabeza. "Sólo escucha. Ese Ser que adoras no es una deidad. Es más como un parásito que usa a la gente. Si tiene algún valor, puede desbloquear habilidades que ya tienes dentro de ti, pero solo a SU orden. En tu detrimento, en realidad.

La mujer se tambaleó hacia atrás. “¡Eso es una blasfemia!”

Tanya negó con la cabeza. “No estoy siendo intencionalmente crudo. Nunca te dije EXACTAMENTE cómo murió tu padre, solo que no lo maté. La última vez que nos vimos, sobrecargó su orbe y se suicidó en un intento por atraparme. Puede que no sea un ejemplo estelar de fervor religioso, pero me parece recordar que las monjas decían que el suicidio era el único pecado imperdonable”.

Mary respondió aburridamente, basándose en su propio conocimiento. “Porque es el único pecado en el que nunca tienes la oportunidad de pedir perdón y ser perdonado”.

“Ahora, déjame preguntarte, ¿suena eso como el hombre que conociste? ¿Uno que abandonaría a su familia, cometería crímenes de guerra y finalmente se inmolaría para matar a un niño que apenas conocía?

La legadoniana recordó al cálido hombre de pocas palabras de su infancia. Su presencia era como una gran montaña que protegía contra la lluvia y el viento. Era un guardián, no un vengador. Las mismas cosas que lo convirtieron en un padre maravilloso lo llevaron al ejército. Protegiendo a la nación como protegería a su familia. "No. No, no puedo.