El arder de los astros [Remus J. Lupin]

HOGWARTS: VEINTIUNO

HUFFLEPUFF

Alexandra.

Escribía lo más rápido que podía. La mano me dolía y Snape no dejaba de dictar instrucciones de una tarea extremadamente larga que probablemente quería que hiciéramos para la próxima clase. Mis amigos hacían su mejor esfuerzo por escribir, aunque fuera lo más básico para poder tener una idea de qué era lo que haríamos.

Hoy vería a Sirius, al menos eso pretendía. No lo había visto en casi un mes. Hablábamos por cartas casi diarias.

— Fairfax —habló Snape—. Veo que logró escribir todo a la perfección —indicó mirando mi pergamino.

— Así es, profesor.

— Que curioso —contestó en el tono lento que siempre usaba—. Clase terminada —soltó y caminó al fondo del aula.

Me levanté junto con mis amigos y caminamos al gran salón para la comida diaria. Los chicos canturreaban alguna canción muggle que, por supuesto, yo jamás había escuchado.

— ¿Qué canción es esa? —pregunté tratando de recordar si alguna vez la había escuchado.

— Something —respondió Henry—. The Beatles.

Negué con la cabeza. No tenía idea de lo que decía.

— ¿Jamás la has escuchado, Faxy? —preguntó Fred.

— Something in the way she moves* —comenzó a cantar George con los ojos cerrados.

— Attracts me like no other lover* —una voz profunda cantó detrás de nosotros.

Giramos para encontrarnos a Remus riendo.

— Profesor —habló Henry—. No sabía que le gustaba la música muggle.

— Oh, The Beatles son imposibles de ignorar, Campbell —sonrió y me miró.

— Fairfax no tiene idea de quiénes son —me acusó Fred y lo miré indignada.

— Hasta ahora —aclaré.

— Podemos hacer algo respecto a eso —Remus me miró y sentí que mi cara se calentaba.

— ¿A qué se refiere, profesor? —preguntó George, burlón.

— A ayudar a nuestra querida Alex a conocerlos —explicó y yo sonreí—. Bueno, vayan a comer, escuché que hoy habrá unas papas deliciosas para Gryffindor —nos guiñó el ojo y siguió su camino.

— Tu novio está muy feliz hoy —George susurró en mi oído y le di un codazo.

— Sigo molesta contigo —sentencié secamente y caminé con velocidad al gran salón.

No miré a la mesa de profesores, aunque sabía que alguien me miraba fijamente. Los chicos me alcanzaron eventualmente.

— Hey Faxy... Sé que lo que hice no estuvo bien. Lo siento mucho, comprendí que quizá lo que sientes por él es más grande de lo que pensé.

— George, no exageres las cosas. No hay nada entre él y yo. Por favor no vayas por donde no es —aclaré con una sonrisa y el pelirrojo tomó mi mano dándole un apretón.

— Te creo, pero mira la cara de nuestro querido profesor cuando tomo tu mano.

Giré rápidamente a la mesa de profesores, encontrándome con la intensa mirada de Remus. Sentí que el aire se escapaba de mis pulmones. Me miraba fijamente y después bajaba la mirada a la mano de George sobre la mía.

Casi por impulso separé mi mano de la de George y observé como las comisuras de los labios del profesor se elevaban en una muy pequeña sonrisa triunfal.