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La dinámica se ha repetido los últimos días, inclusive podría decir que ya me estoy acostumbrando a la compañía de Lucas. Dolores y mamá se turnan por las noches, ya que desde que vi mi habitación destrozada, tengo pesadillas; o quizás sean recuerdos que no quiero aceptar que sucedieron realmente; Papá también cuida de mí a veces, pero mamá acapara la mayor parte del tiempo, y tampoco quiere sofocarme con excesos de cuidado.

Todos se aparecen por la habitación en algún momento del día para preguntar como estoy, todos excepto una persona.

— ¿Estás listo? — La voz de Lucas me sacó de los pensamientos. Asentí nervioso — Entonces hagámoslo — Tragué saliva algo incómodo —

Todo ese momento parecía pasar muy lentamente. Se acercó hasta el lado en que estaba acostado, y ayudó a colocarme de pie, pasando mi brazo por su cuello y él, afirmándome por la cintura.

Caminamos hacia el baño, que se encontraba en la torre opuesta a la del tío Bruno. Ahí, Lucas ayudó a quitarme la ropa y entrar en la bañera.

— ¿Estás bien? —

— En realidad no — El vapor de la tina nublaba un poco la visión — Sólo... No estoy acostumbrado a estar con otra persona en el baño, excepto por Antonio —

— Quédate tranquilo, sólo lo haré esta vez porque toda la familia estaba ocupada — Podía sentir como tocaba mi cabello — Emmm, perdón por la pregunta, pero... ¿Cómo debo lavar tu cabello? —

— Ah... Debes cepillarlo primero, luego de eso se lava como siempre — El ambiente era realmente incómodo. En el reflejo de los azulejos, pude ver como Lucas salió un momento de la sala de baño y volvió con un cepillo, luego se sentó en un banquillo detrás mío —

— Okey, voy a comenzar — Al inicio dolía. No era de extrañar que estuviese hecho un desastre, ya que mi cabello no se lavaba desde el incidente. Casi al final comenzaba a quedarme dormido, el cepillado era un masaje que me calmaba — ¿Todo bien? — Preguntó mientras frotaba el shampoo en mi cabeza —

— ¿Qué? — Tardé en reaccionar, estaba somnoliento. Moví mi cabeza hacia atrás hasta verlo directamente — ¿Qué estabas preguntando? — Lucas carraspeó antes de responder —

— Sólo preguntaba si estabas bien, ya que te quedaste callado —

— Ah... — Lucas no me quitaba la mirada de encima —

— ¿Ah? — Se veía incómodo. Rápidamente reaccioné a la situación y me acomodé —

— ¡Lo siento! — Volví a tragar nervioso — Solo... sólo me había relajado — Pude escucharlo reír a mis espaldas —

— No hay problema — Dejó correr el agua por la regadera y enjuagó mi cabello, yo lo ayudé dentro de lo que mi débil cuerpo podía aportar. Después, volvió a aplicar shampoo —

— Lucas... — Apenas y logré hacerme escuchar entre el ruido de la regadera —

— Dime —

— ¿Mirabel me odia? — Cortó el agua luego de mi pregunta, hubo un momento de silencio —

— ¿Qué? ¿Por qué piensas eso? — Y otra vez aplicó shampoo, definitivamente debo apestar —

— Es solo que... han pasado tantos días, y no la he visto... —

— Mirabel no está enojada contigo — Me interrumpió en un tono serio —

— Deja de decir mentiras... sólo... sólo lo dices... para quedar bien... conmigo —

— ¿Estás llorando? — Lucas se detuvo en frente mío —

— No estoy llorando — Sentía mis ojos hinchados —

Discúlpame (Camilo y Mirabel - Relación familiar)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant