U N P L A N N E D cincuenta y seis ❀̸ ❛𝓔l gran paso❜ ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
❝Un sólo trozo de hilo dorado me ató a ti. ❞
ㅡInvisible String, Taylor Swift.
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08 DE MAYO, 2019 10:16 am.
❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫
▬▬ DESPERTÉ por la insistente e inaguantable vibración de un celular, una vibración que por cierto traté de ignorar deliberadamente hasta esta que se volvió en extremo irritante como para poder lograrlo. Aturdida, estiré mi mano en busca del artefacto para silenciarlo, pero en mi adormilado estado no logré encontrarlo. Este dejó de hacer ruido eventualmente mientras que yo seguía tratando de desperazarme. Sabía que había dormido más de lo usual, pero seguía sintiéndomecansada.
Me senté en la cama tratando de orientarme, limpiando la somnolencia de mis ojos al bostezar. Mirando alrededor de la habitación con pereza, apenas recordé en donde me encontraba. Mi ceño se frunció entonces al advertir que estaba sola.
Jeongguk no estaba aquí y eso me hizo sentir triste. Me gustaba abrir los ojos y encontrármelo a mi lado.
Había despertado anteriormente, más o menos a eso de las cinco de la madrugada, casi sofocada por el calor que emanaba su cuerpo al aferrarse tan fuertemente al mío. Ahora, esa forma de despertar era muchísimo mejor que esta.
Miré el reloj, sorprendiéndome al percatarme de que eran más de las diez, Dios, había dormido toda la mañana, ya no me extrañaba que no estuviera aquí, sin embargo, seguía molestándome. Me gustaba despertar a su lado. Mis días eran bonitos cuando los comenzaba de esa manera.
Aunque...
Ahora que estaba comenzando a tener mayor claridad mental, tal vez no era tan malo. Necesitaba un momento conmigo misma para asimilar todo lo que había ocurrido en las últimas veinticuatro horas, pues decir que había sido caótico sería un eufemismo.
Tal vez absolutamente nada salió de acuerdo al plan, pero ahora mismo eso me era irrelevante. Me sentía feliz, tan genuinamente feliz que era incluso un poco difícil de creer. Mi corazón se aceleraba eufórico al pensar en el chico que había cambiado rotundamente todo para mí. Y es que nunca creí llegar a sentir esto por nadie. La intensidad de mis sentimientos por él me habían asustado alguna vez, pero ahora no tenía miedo de permitirles hacer su hogar en mi corazón. Jeongguk se había adueñado de cada pedacito de este. Le pertenecía. Y ahora lo hacía en todos los sentidos.
