𝐇𝐈𝐓𝐒𝐌𝐄 ೃ
Sukuna está enamorado de un chico que solo le escribe en cartas e Instagram, pierde su cabeza tratando de imaginar cómo sería la sonrisa de aquel individuo.
Mientras tanto, Megumi se hunde en sí mismo, manteniendo en secreto quién es...
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Capítulo cuatro: Cicatrices
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"¿Por qué tú puedes ser libre de gritar tu amor al viento, mientras tanto yo tengo que ocultarlo para que no me dejes? No es justo, tampoco es justa la manera en la que lo ves a él" ___________________
Toji Fushiguro siempre fue un buen padre, alguien comprensivo, más o menos paciente y sobre todo, amoroso a su manera. Megumi era la clase de hijo que no rompe un plato a menos que sea necesario, un chico de buenas calificaciones, sin vicios y con buenos amigos que eran del agrado de su padre, él nunca se crió en un ambiente violento, pero Toji lo entrenó para que supiese defenderse, y eso lo hacía sentir culpable porque aparentemente, no le enseñó a medirse.
Ahora ambos yacían en la sala de estar, callados y mirándose el uno al otro, Toji aún seguía con su uniforme de médico y Megumi con el de su instituto, sin decir palabra alguna, Toji tomó la mano de su hijo y comenzó a inspeccionar su brazo, tenía varias heridas, esto no le traía buenos recuerdos. Sin prisa y con calma, fue a por el botiquín de emergencias, sacó un poco de ungüento antibacteriano y lo puso en sus rasguños así comenzando a vendar con delicadeza sus brazos.
De un momento a otro, Toji paró y miró a su hijo, de sus labios solo pudo salir un "¿Por qué?". Una pregunta muy directa pero relativa al mismo tiempo, Megumi solo se limitó a verlo con culpa, mucha culpa, mentiría si dijera que no quiso hacerle daño a Haruta, ese hijo de perra se lo tenía muy merecido.
—Él dijo cosas muy feas sobre Tsumiki, solo pensé en dañarlo.
—¿Ah, sí? ¿Qué cosas?
—Él dijo que quería verla desnuda en su casa y meter sus dedos...ya sabes dónde. No iba a permitir que se expresara de esa manera de mi hermana, ella es alguien muy correcta, y no merece que un imbécil poca cosa crea que puede venir y creer que es suficiente para ella.
—¿Solamente eso? —Megumi asintió, Toji por su parte solo soltó un suspiro— Megumi, no te hiciste estas marcas por que ese tipo te haya dicho eso de Tsumiki, te dio un ataque de ansiedad, ¿No es así? Te conozco y me conoces, sabes que yo te defendería al saber lo que ese tipo dijo de tu hermana, pero hay algo más, de lo contrario, no hubieses roto su teléfono, algo te hizo perder el control.
Megumi dudó un poco, acarició sus brazos y luego volvió a ver a su padre.
—Me quiso chantajear, él y sus amigos me vieron sacando un regalo para mí del casillero de Sukuna y me tomaron una foto, amenazaron con decirle a Sukuna, luego de eso Haruta dijo lo de Tsumiki y exploté, estaba tan molesto y cegado de ira que le rompí el brazo y el teléfono, lo siento. —murmuró.
