Epilogo

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Pasaron 5 años.

Mirabel ahora era una joven de 25 años, que vivía en aquel pueblo donde le había dicho su tío que fuera.

Ella consiguió un trabajo de ayudante en un restaurante, y con eso vivía.

Pues al tener ya una casa, no tenía la necesidad de tener mucho dinero, solo necesitaba un poco para la comida y otras cosas.

Pero, aun así, ella ya no era la misma chica de antes, pues ahora era una persona bastante seria y fría, y a decir verdad, no tenía amigos, ni personas cercanas, pues jamás había intentado buscar nuevas personas, desde aquel día que perdió a su tío.

Ella siempre sentía tristeza, al no tener a aquella persona que realmente la había logrado querer más que nadie.

Ahora era de noche, el clima estaba frio y lluvioso, Mirabel se encontraba en su casa sentada en una silla mientras contemplaba fijamente la ventana.

En su mano tenía una foto, donde se podía observar a ella junto con Bruno, pues está foto se la habían tomado antes de que todo ocurriera.

Mirabel dejaba caer pequeñas lágrimas de sus ojos, pues se sentía muy triste al saber que esa persona que tanto amo, nunca más podría estar con ella.

Ella comenzó a mirar fijamente la foto, mientras recordaba mas momentos que ambos habían pasado juntos.

Talvez había sido un amor incorrecto, pero, aun así, su familia no tenía el derecho de haberle hecho eso a su tío.

Ella puso la foto en la mesa, y se levantó de su silla.

Se acercó a uno de los muebles y de este saco una espada.

Ella volvió a su silla junto con aquella espada y volvió a mirar fijamente la ventana mientras sostenía la espada.

- Tío- exclamo- lo que te hicieron no tiene perdón, no importa cuánto tiempo más pase, jamás puedo olvidar, esa familia solo nos hizo daño y más daño, no merecen nada, ni sus dones, ni felicidad, ni nada, merecen todo lo contrario, especialmente esa vieja, la cual siempre estuvo haciendo todo para que nosotros seamos infelices, pero no dejare las cosas así, te vengare, hare que esa familia pague por todo lo que nos hicieron, les quitare sus dones, su felicidad, su casa, todo, no tendrán nada, hare que no vuelvan a ver la luz del sol.

Luego de decir esto, Mirabel se levantó de su silla, y saco un mapa de uno de sus cajones, luego lo puso en la mesa, y  señalo con su dedo en el mapa un pueblo, el cual era donde se encontraban los Madrigal.

- Pronto acabará todo para ustedes familia Madrigal- exclamo mientras sostenía su espada.

Entonces, el momento de la venganza había llegado.

Fin

Nuestro Secreto (MiraBruno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora