Save Me From Myself [Moonsun]

Capítulo 42

La línea se corta.

Byul baja su teléfono con una exhalación lenta, recostándose en su sofá con la coronilla tocando la pared detrás de ella. El teléfono se siente como un peso muerto en su mano, pero a pesar de lo mal que se siente, sabe que si no vuelve a tener ayuda psicológica, las cosas se pondrán peor.

Honestamente, ella sabe que necesita ayuda. El colapso que había tenido era el primero de su tipo y, con suerte, el último. Pero un colapso es más de lo que quiere, y está aterrorizada por lo que pasó. Nunca antes había sentido que el pánico y la ansiedad en realidad estaban tratando de volverla del revés y que sus ojos podrían caer en un truco de la luz como los ojos de Yongsun siendo marrones.

Tales cosas no le suceden a todos, e incluso con su aversión a eso, ella misma, como psicóloga, sabe que estos problemas necesitan un escrutinio profesional. Y agregando su insomnio que empeora lentamente y la forma en que su cerebro se siente incapaz de seguir el ritmo de sí mismo, Byul ya ni siquiera puede discutir consigo misma.

El estrés realmente me está haciendo algo. Yongsun tiene razón, y mi instinto tiene razón, esto requiere asistencia profesional, y no la mía.

Byul cierra los ojos, el brillo de la luz del sol aún se filtra a través de sus párpados. Ella sabe que necesita ayuda, Dioses, por supuesto que lo sabe. Pero simplemente no se atreve a volver a ir a otro psicólogo, no como psicóloga, sino como paciente, porque eso sería similar a violar su código ético personal o algo así.

La escotilla se abre en su cerebro bastante grande, dejando escapar recuerdos que se ha obligado a mantener en secreto y olvidados.

Destellos de recuerdos rotos, como afilados fragmentos de vidrio, pasan volando por su ojo interior. La foto de sus padres y ella, sonriendo, hechos pedazos y pisoteados bajo sus botas embarradas. Las luces traseras la cegaron momentáneamente, una sensación de romperse la cabeza contra algo duro, su tía golpeándola en la parte superior de la cabeza, el entorno era un borrón de color opaco a través del filtro de lágrimas.

Nunca supo realmente qué era la depresión hasta que se dio cuenta de que la tenía. Encerrarse en su habitación todo el día para escapar de su tía, llorar hasta quedarse dormida, sentir constantemente que una nube física de miseria la estaba castigando. Había llegado al punto en que estaba a punto de autolesionarse, pero su tía la obligó a ver a un psicólogo antes de que pudiera empeorar.

Las visitas allí no eran tan malas como esperaba: la psicóloga era una mujer sensata, pero aún así era amable y respetaba los silencios de Byul. Ella fue la única persona que ayudó a Byul a salir del agujero negro de la depresión años atrás, y fue la razón por la que Byul decidió tomar un curso de psicología. Ella también quería ayudar a los demás, porque sabía cómo se sentía y sabía cómo mantenerlo a raya.

Todo el pasado de Byul está enterrado en los rincones más profundos de su mente, borroso y desgarrado, pero aún distinguible. Solía ​​​​perseguirla constantemente cuando estaba en la universidad: las pesadillas despiertas y los sueños espeluznantes le impedían dormir de forma irregular, lo que la llevó a su primer caso de insomnio. Fue bastante malo en su apogeo, afectándola todos los días y manteniéndola despierta toda la noche. Pero había tomado medicación para eso, y mejoró.

Hasta hace poco. Está segura de que no está deprimida, pero su insomnio está empeorando. Y, sin mencionar, todos esos dolores de cabeza y distracciones.

Byul fuerza todos sus recuerdos a donde pertenecen en los rincones más profundos de su mente y exhala lentamente. No, no le haría ningún bien vivir en el pasado. Lo que pasó había pasado, y ella tiene que seguir adelante.

Por supuesto, decirlo es mucho más fácil que hacerlo.

Tal vez dar un paso en la dirección correcta requiera ayuda externa nuevamente. Siente un dolor punzante en su mente y se estremece, recostándose a lo largo de su sofá. Ha estado ocurriendo con mucha más frecuencia, probablemente debido a todo el estrés. Byul suspira en silencio, poniendo un brazo sobre sus ojos para bloquear cualquier luz que se filtre.