Capítulo 4

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Narra Maia

Estaba en en Lago Negro desde primer año ha sido prácticamente mi lugar favorito ya sea para leer o simplemente para pensar y desconectarte de la vida.

- Te molesta si me siento aquí.- pregunto un chico de ojos miel mirándome.

- Claro que no me molesta Remus.

- ¿Que te tiene tan pensativa si se puede saber?- pregunto sentándose a mi lado.

- Nada en específico.

- ¿Como lo llevas? Ya sabes con lo que sucedio.- Maia solto un suspiro

- No lo se, a Sirius y Regulus les hago creer que estoy bien que no me afecto en nada para no preocuparlos. Pero para serte sincera intento sobre llevarlo aunque es difícil.

- Maia no deberias ocultar como te sientes, se que la relación con tus padres no es la mejor pero tienes a dos hermanos que estaran apoyandote hasta cuentas con James, Lily y conmigo.

- Gracias Remus.- lo abracé

El resto de la tarde estuvimos hablando como tambien riendo, y se lo agradezco ya que desde ese dia me aisle de mis hermanos y deje de reir.

- Ya me tengo que ir ya es tarde.

- Te acompañaría pero no creo que sea lo mejor.

-Esta bien no hay problema. Nos vemos.

- Cuando quieras, puedes buscarme para hablar conmigo.- me dijo sonriendo

- Lo tendré en cuenta.- sali corriendo hasta la sala común.

[🐍]

Narrador omnisciente

Había empezado el toque de queda, Tom noto que Maia no había llegado a la sala por qué no la había visto entrar todavía, aun que Narcissa y Emely había ido a su habitación hacia un par de horas, por lo tanto no estaban juntas.

Tom se convenció de ir a buscarla puesto que seguro se había perdido de nuevo así que se levanto del sofá de su sala y dejo su libro sobre una mesa en medio, pero segundos después la puerta se abrió entrando Maia y Robin, fue entonces cuando el ceño se Tom se frunció disgustado.

- Maia.- llamo Tom.- Temía que hubieras extraviado de nuevo, estaba por ir a buscarte.- El tono de voz de Tom era de ironía, frio, como si no te importara que esta se hubiera perdido, aun que en realidad si que le importaba. Ella lo miro asombrada desde la entrada.

- Disculpa Riddle pero te recuerdo que no tienes permitido salir de la sala común o de tu dormitorio, no eres prefecto, y como ves ya traje a la señorita Black.- le contesto ahora con un tono de burla.

Maia en medio de una batalla de miradas, había una energía extraña en la sala, ambos se miraban fijamente, Robín con su burlona mirada y Tom con su fría mirada de desprecio, Maia los miraba extrañada y por otra parte le causaba gracia la actitud de Riddle.

-Buenas noches Maia.- Se despidio el chico y este se retira hacia las mazmorras a seguir patrullando.

-Siempre me irrito ese idiota, no entiendo como puedes hablarle.- hablo Tom con una media sonrisa en el rostro, parado con sus manos agarradas por su espalda y de un lado de la chimenea prendida.

- Riddle si no supiera de ti, diría que son celos lo que estas demostrando.- dijo Maia rodeando el sofá y sentándose en el con una sonrisa en su rostro.

-Por favor pequeña Black, hace 1 semanas que te vi ¿crees que sentiría celos por alguien con quien apenas he hablado?.- volvio con su tono frio, y se sento a la par de la pelinegra.- Pero aun así, ¿Ese chico te gusta?.- hubieron unos segundos silenciosos.

- Claro que no.- le respondio sacudiendo la cabeza.

En ese momento Lucius entro a la sala junto con Fervel Goyle, un chico un tanto relleno con cabello risado y tez clara y Rodolphus Lestrange, un chico delgado con cabello negro lacio casi hasta los hombros y tez oscura.

-Buenas noches, señorita Black quería saber si podría hablar a solas con Riddle.- hablo Lucius mirando hacia Tom y Maia con sus dos compañeros atrás, esperando aprobación de la chica y todavía mas del chico.

La chica suspiro pesadamente.-Por supuesto Malfoy, me estaba por retirar de igual forma, buenas noches.- respondió Maia disgustada con un tono frio y una mirada de desprecio a los 3 que interrumpieron su charla levantándose del sofá y dirigiéndose a las escaleras.

Mientras Tom veía la expresión de la chica asombrado, pero por dentro le habia gustado su reacción.

-Buenas noches, Maia.- se paro Tom con una media sonrisa en el rostro dirigido a la chica, ella se dio vuelta y le devolvió la expresión asintiendo con la cabeza.

LIMERENCIA [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora