Ellos

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Disclaimer: Naruto no me pertenece, todos sus derechos son de Masashi Kishimoto.

Ellos

Tenten en realidad no entendía exactamente como había llegado hasta ahí. Ella debería seguir huyendo, seguramente la encontrarían si se quedaba más tiempo en ese lugar.

 Desde pequeña supo que era diferente, los demás no oían lo que ella, los demás no veían a la gente que Tenten veía. Ella tenía miedo en las noches, despertaba con personas desconocidas viéndola desde un punto, siempre observándola. Y eso le preocupo a su familia, viendo que la niña crecía sin amigos y normalmente hablaba sola la llevaron con doctores, doctores que la medicaron hasta la inconciencia. Pero eso no termino allí, los medicamentos la pusieron peor, amplificaron su malestar. Al final su madre, la única que la apoyaba, termino metiéndola en un instituto psiquiátrico. Un manicomio.

Tenten logró escapar, aunque no sabía cuánto tiempo estuvo allí, pudieron ser días, meses e incluso años. Era un día lluvioso, la habían sacado a tomar aire y cuando tuvo la oportunidad corrió, corrió hasta que un costado le dolió y sus piernas no pudieron más, se hizo la noche y se encontró con una casa. Una casa abandonada.

La fachada y algunas paredes estaban cubiertas de hierba, era una casa demasiado antigua, tal vez incuso del periodo Asuka* y se veía demasiado grande como para haber sido una simple casa. Tenten se preguntaba porque estaba tan abandonada; algunas de las paredes de papel se caían y las esquinas estaban llenas de moho.

El clima no ayudaba mucho, la oscuridad y las nubes hacían el lugar demasiado tétrico. Tenten tenía frio, estaba mojada por la lluvia y solo tenía una bata cubriéndola. Su cabello castaño estaba hecho un desorden esponjado por la lluvia, los ojos chocolate trataban de acostumbrarse a la oscuridad y sus oídos se agudizaban tratando de advertirla de algún peligro.

Los relámpagos eran con la única luz que contaba, solo podía oír el repiqueteo de la lluvia contra las tejas, luego un ruido comenzó a hacerse cada vez más fuerte, sonidos de algo siendo golpeado. Tum, tum. Tum, tum. El corazón de Tenten comenzó a latir fuertemente, por su lógica sabía que tenía que alejarse del ruido, pero sus pies desobedecieron su razón, tal vez las medicinas todavía tenían efecto; con sus pies descalzos y fríos fue siguiendo los sonidos que aumentaban cada vez más.

Camino por los pasillos laberinticos de la enorme y silenciosa casa hasta dar con un patio interno, la hierba crecía libre junto con varias plantas silvestres. Ahí un joven, no mayor a ella golpeaba un poste sin importarle la lluvia, Tenten se le quedo viendo un rato y se dio cuenta de que él no estaba mojándose… era uno de ellos.

Uno de los pasos de Tenten hizo que la madera podrida del piso emitiera un sonido. Esto hizo que el ser delante de ella volteara a verla. Sus ojos perla se fijaron espectralmente en ella, Tenten se preguntó si sus ojos eran del mismo color cuando estaba vivo.

– Llegas tarde Tenten –Le hablo el hombre. Sus facciones eran finas, su cabello era largo y brillante y su ropa parecía de otra época. Normalmente ellos no le hablaban, siempre se mantenían en silencio, siempre observando los movimientos de Tenten.

– Disculpa, pero ¿Cómo sabes mi nombre? –Pregunto extrañada Tenten. Nunca le había dicho su nombre a algún fantasma, ¿Cómo era posible que él supiera su nombre?

– No seas tonta. Te conozco desde los doce –Comenzó a moverse hacia ella. Oh no, eso era malo, siempre era malo cuando uno de ellos se le acercaba– ¿Por qué estas vistiendo eso?

– Yo no… –El fantasma la toco. Sintió una descarga eléctrica y una explosión en su cabeza sucedió, momentos sacados de otra era la atormentaron, recuerdos distantes de Neji aún con vida, como la conoció a ella y después su fatídica muerte. Cada vez que un fantasma la tocaba siempre era lo mismo, podía ver la historia de la pobre alma en desgracia y llegar hasta la parte en la que moría. Pero algo no era normal, oh no, algo iba demasiado mal. Después de eso se vio a ella, con trajes que nunca había usado, personas que nunca había conocido incluyendo a Neji. Era su vida anterior.

Cuando Tenten volvió a abrir los ojos estaba tirada en el suelo, Neji la veía extrañado cerca de ella. A Tenten le dieron ganas de llorar.

– ¡Oh, Neji! –Cubrió su cara con las manos y empezó a sollozar– ¿Qué hare ahora? Tengo tanto miedo… y tú no estás.

– Todo estará bien, estoy aquí –Neji trato de tocarla, pero su mano la atravesó… como si fuera un fantasma– ¿Qué… –Sonidos en el exterior los alertaron, la habían encontrado. Tenten seguía llorando, con sus manos cubrió su boca silenciando los sonidos de pena que salían de ella.

– Sígueme –Neji sabía que algo iba mal, Tenten llegaba tarde a su entrenamiento y cuando llegaba era con ropas extrañas y el cabello hecho un desastre. No entendía muy bien que pasaba, pero la estaban buscando y él debía esconderla.

Empezó a caminar por los pasillos que conocía tan bien, debía llevarla a un lugar donde nunca  la buscarían. Tenten confió en él y lo siguió, ya podía reconocer los cuartos que anteriormente eran la mansión Hyuga. Se sentía segura con él, Neji se había portado mejor que los monstruos que ella conocía como humanos, sus ojos se veían tan vivos y su aura era cálida o eso le pareció a Tenten. El miedo que tuvo toda su vida se alejaba cuando estaba junto a Neji.

*El periodo Asuka son de los años 550 d.C. hasta por el 710 d.C. y se supone que Naruto, “históricamente” debería haber sucedido por esos años. O eso creo.

30 días, 30 momentosWhere stories live. Discover now