La nana mágica [✓]

Capitulo 12

-27, 28, 29 y 30! –dijo Eric separándose de la pared para ir en busca de sus amigos y hermanos– listo o no, aquí voy! –grito para comenzar a buscarlos–

Comenzó a buscar detrás de un árbol quien se encontraba Tora y ella lo siguió para buscar a los demás.

-Te encontré –le dijo Eric cuando vió a Perséfone debajo de un arbusto y la ayudo a levantarse–

Siguieron buscando a los demás hasta que el último que faltaba era simón, quienes su hermano no podían encontrarlo.
Hasta que se olvidaron de él para jugar a otra cosa.

[...]

-Simón ya! –le dijo riendo Sidney– quiero terminar de decorar los cupcakes o qué comeremos? –dijo colocándole glaseado a uno–

Simón estaba tirándole harina y así hicieron que sus rostros tenían harina. Le estaba haciendo compañía a ella para verla.

Se había olvidado de sus hermanos y que les dio la excusa de que jugarán a las escondidas, estaba apoyado en la mesa recargando su brazo en el y su cabeza recargada en su mano mientras la observaba con adoración; Ella no se daba cuenta a pesar de que están de frente, por estar muy concentrada colocándole un glaseado a los cupcakes para que quedaron bien mientras se mordía el labio inferior.

-Listo! –dijo dejando el glaseado de lado– te gusta simón? –le mostró ella y él asintió sin prestarle mucha atención–

Había pasado una semana del casamiento y simón se animó a acercarse a ella para hablar y tratar de aclarar ese sentimiento que tenía. Pero se sentía raro.

Su hermana tenía un romance de niños con Eric, quien su hermana mayor estaba feliz por ello. Se escuchan murmullos provenientes de las escaleras.

-Sebastian, tengo hambre –le dice Theo tocándose su estómago–
-Yo también, vamos a la cocina –escucho que dijo Sebastián apareciendo con su hermano–
-Ahora sé, porque tú y mí hermano son mejores amigos –atrás de ellos salió Perséfone negando con una cabeza siendo seguida de su amiga Christy–
-Miren, les hice cupcakes con ayuda de Evangeline y presencia de simón –rió mostrando la bandeja–
-Gracias Sidney –les dijeron todos comiendo uno–

[...]

-Sidney, tenemos que hablar –le dice su tía–
-Dime tía –le dijo ella–

Dejo el peluche de su hermana en forma de conejito que le había dado de regalo y se sentó en la cama y espero que su tía se sentará también pero no fue así.

-Quiero que vayas a la escuela como tus hermanos y los revoltosos niños Brown –le dijo– pero estarán separados, irán a distintos colegios por la diferencia de edad –le explico–
-De acuerdo –le dijo sin ningún problema por entender la situación– cuando empezaremos?
-El otro mes empiezan las clases y las compartirás con Simón –dijo con voz amarga lo último–
-Okey, les avisaré a mis hermanos –dijo para salir de la habitación–

[...]

Finales del mes nos encontramos, donde los niños estaban ansiosos y a la vez con miedo de empezar la escuela, ya que se separarían algunos para ir a otros colegios por sus diferencia de edades.

Mañana empezarían el día y lastimosamente Evangeline no estaría para sus primer día ya que se fue de luna de miel con cedric pero volvería pronto. La cocinera, la sr  Blackberry debía cuidar a sus niños y los niños Brown. Aunque el señor Brown contrato a una nana que de milagro no huyó y acepto para cuidarlos en su ausencia.