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Cambió de posición después del flash que por unos instantes lo cegó, para así volver a mirar hacia la cámara.

Otro flash, y el fotógrafo no dejaba de chillar en el fondo.

⎯  ¡Excelente, Mikey~! ⎯  exclamó el hombre a cargo de su sección de fotos, con las mejillas ruborizadas, continuó. ⎯  Dame otra, una que diga mírame, escúchame solo a mí~

El azabache simplemente se estiró con cierta pereza ignorando la petición mientras desviaba la cabeza hacia un costado, pero justo cuando la cámara iba a captar otra foto, dirigió su mirada de regreso a la lente.

De nueva cuenta, se escuchó otro grito exagerado ocasionando un quejido colectivo en el set.

El hombre no podía controlar sus hormonas frente al Idol.

⎯  Magnífico como siempre, Mikey~

Mikey por su parte simplemente mostró una sonrisa cordial, y con un gesto vago agradeció el cumplido. Luego de un intercambio pequeño entre la producción y los detalles de las fotos con la revista juvenil, el más bajo procedió a retirarse a su camerino a cambiarse mientras que su manager se encargaba del resto.

Al llegar a la habitación que le correspondía, fue que ingresó para después encerrarse entre las cuatro paredes blanquecinas; y apenas estuvo solo, sin que nadie lo viera Mikey bajo su barrera auto impuesta. Su semblante pasó de ser uno agradable a lo opuesto.

Se aproximó hacia el gran espejo que abarcaba toda la extensión de una de las paredes del sitio, y al situarse frente del mismo hizo una mueca cuando se dedicó a verse de pies a cabeza.

Mikey odiaba maquillarse.

Suspiró ante el desagrado pero viéndose obligado a ello no le quedó de otra más que mantenerse al margen, por ahora se encargaría de quitárselo lo más rápido posible. Remojo uno de los algodones que tomó de la vasija del retocador en el removedor de maquillaje para así comenzar a retirarse la pintura negra de los ojos con lentitud. Tanto en el pómulo derecho como al rededor de los ojos había una gran cantidad de pintura negra esparcida como si el mismo se hubiese corrido, más fue apropósito para la estética, al mismo tiempo que unas cuantas lentejuelas blancas adoraban a un costado de sus ojos con cierta simétrica entre ellas.

Su vestimenta estaba constituida por un suéter gris de cuello redondo, dentro de la misma poseía una camisa blanca y una corbata que se mostraba libremente hacia afuera. Las prendas ante el tacto son suaves, y holgadas otorgándole a Mikey una esencia elegante y casual.

En eso en qué se queda fijamente observando su vestimenta, recuerda que pudo haber llamado a alguien para limpiarle el maquillaje.

Mikey se siente estúpido.

El lado positivo es que terminó su tarea y estaba completamente satisfecho con el resultado, si no fuera por los regaños de su hermana por su apariencia ante sus fans, hace mucho hubiera subido al escenario con ropa casual y sus confiables pantuflas de su dulce favorito.

El simple pensamiento fue tentador, e hizo de oídos sordos a sus ideas ante la resolución de los hechos si llegaba a hacerlo. Y él valoraba mucho su vida, después de todo Emma podía castigarlo quitándole sus amados dorayakis.

Justo cuando la mente de Mikey iba por otro lado, donde él estaba encima de un dorayaki gigante en el océano fue que el recordatorio fijado en su celular sonó, irrumpiendo en sus pensamientos.

Al verla soltó un suspiro cuando recordó lo que significaba. Otra tediosa sección de fotos se le avecinaba.

Pero antes de volver a su infierno personal, se dispuesto a tomarse una foto frente al espejo para así subirla a sus redes sociales. Luego de haberlo hecho y confirmar su publicación, la puerta detrás de él fue abierta.

Loving You | MitakeWhere stories live. Discover now