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El Idol Kai, representante actual de Stardust Promotion.

Kokonoi había escuchado bastante de su fenomenal ascenso, y ahora, tenía al afamado cantante y bailarín frente a él.

Lo observó en silencio mientras su jefe, conversaba tranquilamente con el mánager del Idol. Su ojo analítico lo inspeccionó, números mentales e intangibles aparecieron, y cuando finalmente visualizó el resultado final, llegó a una conclusión.

Aquel sujeto, siendo aparentemente un chico de preparatoria, es una mina de oro.

Aún no había tenido la oportunidad de verlo en acción. Sin embargo, teniendo en cuenta que las críticas del público estaban a su favor, quizás no sería una pérdida de ganancias intentarlo. 

De todos modos, más tarde tendría una charla amistosa con su jefe. Nadie apuesta sus ganancias sin previa aprobación del equipo y con equipo se refiere a él mismo.

Por otro lado, Takemichi aún en la misma posición inicial, sentía que se iba a morir de los nervios, ya que tenía encima de él la mirada intensa del mánager de su banda favorita. Quizás su apariencia es el problema, a la próxima se aseguraría de asistir con un atuendo más casual.

—¡Muy bien! Teniendo en cuenta que todo está correctamente firmado, bienvenidos sean a HH Entertainment — habla Pah con profesionalidad, y con una sonrisa de lado llena de diversión estrecha su mano con el representante del cantante con quien harán promoción, un adulto de hebras oscuras —. Espero que el futuro de este proyecto sea gratificante para ambas empresas.

—Y lo será, no tenga la menor duda. —Corresponde el gesto Naoto, para así levantarse al compás de los presentes, dando fin a la reunión—. Con su permiso, mi estrella y yo nos retiramos.

—A-Ah ¡Sí! ¡Un placer! —expresa Takemichi saliendo abruptamente de sus pensamientos, los cuales lo hicieron olvidar por unos instantes en dónde estaba parado.

Takemichi puede escuchar uno que otro murmullo de algunos de los integrantes del bando contrario y suda nerviosamente.

Recién se da un momento para procesar lo que está sucediendo ahora mismo.

Hace unos minutos le dirigió casualmente la palabra a quienes más admiraba en el mundo, y no sabía con certeza cómo actuar correctamente frente a su banda favorita sin mostrar su lado fanboy en el proceso. Tiene la sensación de que estaba dando una mala impresión de sí mismo, porque se encuentra tan concentrado en contener sus instintos más primitivos, ya que el simple hecho de tener a tu bias a solo unos cuantos pasos de distancia y no poder correr hacia él, pedir un autógrafo, tomarse una foto juntos y expresarle su amor incondicional, provoca que Takemichi por breves instantes se distrajera de su entorno y no se enfoque en lo verdaderamente importante.

Aunque, ¿qué es más importante para él? ¿El aburrido acuerdo entre socios o la belleza natural de Mikey? Es una excelente pregunta que lo hace entrar en conflicto interno con su lado racional.

El azabache disimuladamente se pellizca su mano tras la espalda, tratando de reunir todo el control posible para no salirse de su papel.

Mantenerse callado cuando tenía al otro lado de la mesa a sus personas favoritas en el mundo de la música es demasiado para su corazón, y más aún si los sentimientos que tiene por cada integrante se atoran en su garganta, dejándole sin chances de poder transmitirles su verdadero sentir. Ellos no saben el cómo se siente al escuchar diariamente su música, el cómo se desvive por asistir a sus conciertos, que tiene un crush fuerte por el líder del grupo y que gracias a cada pequeña interacción suya con sus fans, le otorga cada día una razón más para vivir.

Loving You | MitakeWhere stories live. Discover now