MI OMEGA

CAPÍTULO 45

ACTUALIDAD
FÉLIX
Me encontraba camino a la casa de Connor. Mi teléfono no dejaba de sonar, las llamadas que recibía eran de Mason, pero no iba a contestarlas. No podía involucrarlo en esto así que era mejor no darle explicaciones del por qué me había ido. Solo apague el celular para que él dejara de insistir.

En cuanto llegamos, baje del auto y entre a la casa, en donde estaba Connor y mi tía Jessica sentados en la sala de estar —Que bueno que llegas. Tenemos que reunir a los espíritus lo más pronto posible para acabar con todo esto— Connor se levantó del sillón y se acercó a donde me encontraba.

—No será necesario— hablé mirándolo —Yo inicie todo esto, así que yo acabaré con esto.

—Pero Félix, el es más poderoso que tú. Su clan ni siquiera te dejara llegar a donde él se encuentra— Connor me toma de los hombros —Vas a entregarte a tu propia muerte.

—Eso es precisamente lo que quiero. Después de matarlo, voy a matarme.

—¿Estas loco?

—Ya no queda nada para mi— mi corazón estaba roto. Había abandonado a mi mate y también había roto el vínculo que nos unía. Ahora mi madre iba a emparejarlo con alguien más y eso me dolía hasta el alma. —Corte mi vínculo con Mason. Eso es lo mejor— un par de lágrimas salen de mis ojos.

—¡Por fin llegue!— exclama Agna por detrás.

Me giré para verla —¿Ella que hace aquí?

—Soy una de los cinco, se supone que tenemos que estar todos reunidos para acabar con esto. Esa era la finalidad desde un principio, pero tú lo estropeaste con tu estúpida venganza ¿recuerdas?

—No te necesito aquí— me acerqué a ella —Vuelve a lo que siempre haces— le tome los hombros y la giré para sacarla de la casa —Ve a buscar a tu amante o a esa persona "especial" que estuviste buscando los últimos siglos.

—No te preocupes por eso. Ya me resigne a perderlo para siempre. Ahora no tengo nada que hacer— se suelta de mi y camina hacia donde se encontraba mi tía —Jessica, tanto tiempo sin verte ¿Cómo va todo? ¿Cómo está la pequeñita que solía comencé sus mocos? ¿Cómo va tu matrimonio?— mira a Connor y cambia su tono de voz.

—Todo va bien es solo que mi hija se convirtió en uno de nosotros— susurra Jessica para que no la escuchara.

—¿Qué dices? Pero si tú y este idiota dijeron que la mantendrían oculta de los clanes.

—Es una larga historia así que prefiero contártela en otro momento.

—Está bien.

—Ya vuelvo— salí de la casa y me adentré al bosque. Tome mi transformación y me dirigí al lago de las almas para poder conectar con mi madre.

Una vez estando ahí me di cuenta que el lugar estaba impregnado del aroma de Mason, pero el aroma era débil. Él había venido aquí no hace mucho tiempo. Volví a mi forma humana y luego entre al lago para seguido sumergirme y dejarme llevar con el suave tacto del agua en mi piel. Cerré los ojos y al abrirlos ya me encontraba ahí, en el palacio de la luna.

Camine hasta donde mi madre se encontraba y al llegar ahí ella corrió a abrazarme —Mi bebé, me tenías preocupada— dijo, aún abrazándome.

—Estoy bien ahora— me solté de ella.

—Agna vino a verme hace rato y me explico todo— me da un coscorrón —Mi hijo si que es un idiota. ¿Cómo pudiste creer que ella te había maldecido? Por culpa tuya te ordene matar a alguien importante para el reino.

—Pero madre. Ella es la culpable de mi descontrol.

Mi madre solo comenzó a reír —No, pequeño. Tú descontrol se da porque aún no sabes controlar a Irina. Agna te lo explico, pero no la escuchaste— dio media vuelta y comenzó a caminar hacia el balcón —tienes que pedirle una disculpa cuando la veas.

—Madre— susurré siguiéndola por detrás.

—Hijo— se giró y me dio otro golpe —¿Por qué diablos haces cosas estúpidas?

—¿Ahora que hice?— la mire serio.

—Rompiste tú lazo con tu mate— me mira directamente a los ojos —¿Sabes lo difícil que fue para mi hacer que se encontraran? Apuesto a que no. ¿Te afecto vivir rodeado de humanos?

—Yo lo hice para protegerlo— añadí —Es porque no quiero verlo morir nuevamente— contengo las lágrimas.

—Mi bebé. Esa no era la manera, ahora ambos están lastimados.

—Será lo mejor. Pronto lo emparejarás con alguien más y él estará bien.

—Pero mi hijo no.

—Madre, sabes que moriré y ahora será mi turno de velar por el reino de la luna. No podré volver a nacer y él quedará solo.

—Te preocupa algo que quizás no pase.

—¿A qué te refieres con eso?

—Agna me pidió que le cediera el trono. Por derecho le pertenece, pero sé que ella no lo quiere.

—¿Por qué haría algo así?

—Una vez que ella tome el trono. La historia de la luna cambiará.

—¿Por qué?

—La heredera legítima tomará el puesto. Ella trata de ayudarte, si ella sube al trono podrá hacer cosas que yo no puedo.

—¿Se lo cederás?

—Si esto ayuda a acabar con esta caótica realidad, si.

(...)

—Tengo que irme— le di un abrazo a mi madre y luego regrese por el lugar por el que había llegado.

Al volver a la mi cuerpo, rápidamente nade hacía la superficie y luego salí del lago. Tome mi transformación y regrese a la casa de Connor.

Entre por la ventana de la habitación y fui a conseguir un cambio de ropa. Después de un rato la puerta de la habitación fue tocada. —Joven Félix, la cena está lista— habla una de las mucamas.

—Bajo en un minuto— dije desde la cama en la que me encontraba sentado. Me puse de pie y camine hasta el comedor en el que se encontraban sentados a la mesa los miembros más importantes del clan de Connor —Buenas Noches— salude inclinado mi cabeza. Luego fui a sentarme en una de las sillas desocupadas y quedé al lado de Agna.

Las sirvientas sirvieron la cena y luego todos comenzaron a comer, después las mismas acercaron copas y las rellenaron con sangre animal. Cuando termine la cena limpie mi boca con la servilleta y luego me levante de mi lugar. Di la vuelta y regrese a la habitación para poder dormir.