12|El Campanario.

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Lotty

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Lotty

Labrine solía ir de campamento los fines de semana más largos. Siempre tuvo una conexión inexplicable con la naturaleza, de una forma que siempre cuestioné pero nunca entendí del todo.

Solo sé que allí estaba, atada a su alma como una enredadera. Yo, por otro lado, era más de quedarme en casa disfrutando de la tranquilidad de mi habitación. Lana era más de irse a casa de los Janssen cada fin de semana, y aparecerse los lunes por la mañana con una nueva anécdota acerca de esa familia. Ellos la querían como una hermana, y aunque los sentimientos de mi hermana llegaron a entremezclarse, hubo una parte de ella que cedió a dichos sentimientos.

Siempre dijo que me sucedería lo mismo con el menor de los Janssen.

Asumo ha de deberse a nuestra contemporaneidad. Y sucedió tal y como lo predijo. Durante un tiempo estuve profundamente enamorada de Mickey Janssen. No sé bien cuantos años transcurrieron conmigo acechándolo desde la friendzone. Una zona de su corazón de la que nunca podría surgir.

Nada ocurrió, y menos mal.

Pero lo que más me molestaba de todo aquello no era el hecho de que él no correspondiese mis sentimientos.

Sin duda alguna, lo que más me llenaba el alma de un auto-enojo era que nunca reuní el valor suficiente para decírselo. Nunca le dije que me importaba más que como un amigo. Nunca le dije que me gustaba la forma en la que su sonrisa me hacía sentir mariposas en el estómago. Nunca le dije que su voz me llenaba de ilusión y que, por las noches, me quedaba dormida con su voz acariciándome en los oídos, como un puñado de pétalos.

Nunca he sido tan valiente. Nunca me he sentido tan segura de mis sentimientos o mis pensamientos.

Han transcurridos varios días desde la noche en la que el equipo Tufts fue galardonado como los primeros campeones de la temporada. La conmoción sucumbió en el campus como un virus, propagándose de persona en persona, y contagiando a todos con la nueva emoción y las cosquillas de un futuro incierto pero brillante.

Nos encontramos en una de las áreas verdes del campus. Ha sido un día agradable dentro de todo lo cuestionable. He terminado clases más temprano, porque mi profesor se ha enterado que será papá. He avanzado con mis deberes, y ahora estoy disfrutando de una lectura a la orilla de un árbol.

O eso intento en contra de la marea de distracciones que se avecina.

—¿Vieron el vestido de Lady Gaga en la alfombra roja de los Oscars? —pregunta Naomi, pasando su dedo índice por la pantalla de su móvil.

Hans, que se encuentra tumbado boca abajo junto a mí, emite un gruñido.

—No me gustó —opina, poniendo un morrito en sus labios.

Naomi se lleva una mano al pecho.

—¿Estás loco? ¡Se veía como una diosa!

—La diosa del gallinero —continúa Hans. Siento que se remueve, pero sigo tratando de mantenerme en el hilo de mi lectura. Pronto, siento un tirón en mi brazo—. ¿Ya llegaste a la parte en la que...?

Tentación Irresistible © [Completa✔️]Where stories live. Discover now