4- Se armó el revuelo (Parte 1)

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Capitulo narrado en omnisciente.









Mihai pateó con fuerza el suelo, intentando entrar en calor.

- Han pasado diez años, cómo crees que vas a encontrar a tu hermana.

- La encontraré.

Mihai negó con la cabeza y resopló.

- ¿Cómo vas hacerlo? Vas a preguntarles dónde la llevaron, o a quién la vendieron. Todos los días desaparecen chicas, las engañan con ofertas de trabajo que salen en los periódicos, las venden conocidos, falsos novios... familiares como tu tío, a algunas incluso las raptan a punta de cuchillo. ¿Sabes dónde acaban esas chicas? En cualquier parte del mundo donde haya hijos de puta con dinero, dispuestos a pagar por acostarse con...

- Voy a hacerlo.

- Nico, el negocio de las... chicas es un negocio muy fácil y rentable. Hay mucha gente metida en ello. Cualquier tipo sin remilgos ni escrúpulos se puede dedicar a engañar a muchachas como tu hermana, para luego venderlas a los traficantes que las llevan a cualquier parte del mundo, donde otra vez las venden a los dueños de los prostíbulos. Nadie va a decirte qué pasó con tu hermana, ¿cómo vas a averiguarlo? ¿Vas a buscarla por todas
las casas de putas del mundo? Nico, tú solo has salido de tu pueblo cuando tenías diez años, y lo único que conociste fue un hospital de uno de esos países ricos, donde te salvaron la vida y después te devolvieron al mugriento pueblo en el que te encontraron. Los que se la llevaron... ya sabes a qué pertenecen. Ella pudo acabar en cualquier parte del mundo.

- No insistas, sabes que lo voy a hacer.

- ¡Joder! Sigues siendo el cabrón más cabezón que he conocido en mi vida.

Nico sonrió.

- Sabes que yo también me juego mucho ayudándote.

- Lo sé y siempre te lo agradeceré.

- Te lo debo, pero no creo que puedas, tú eres una buena persona, no tardarán en descubrirte y entonces... los dos estaremos muertos.

- Confía en mí.

Mihai cogió del brazo a Nico y señaló con la cabeza la cafetería que tenían enfrente.

- Jodido invierno, vamos a entrar ya, que si no nos quedaremos congelados. -Nico asintió con la cabeza y comenzaron a caminar en dirección a la pequeña cafetería. Mihai se puso tenso al llegar a la puerta,apretando la mandíbula con fuerza.

- Tranquilo, todo va a salir bien, es imposible que sospeche nada.

- Buff, cómo quieres que esté tranquilo. Esto es una puta locura y no puede salir bien. -Mihai respiró profundamente y abrió la puerta del local-. Vamos a una de las mesas del fondo. -Una vez sentados, volvió a mirar a su alrededor, para comprobar que no había nadie cerca que pudiera escucharlos-. Recuerda lo que te he dicho, intenta hablar lo menos posible.

- Lo sé, tranquilo.

- Deja de decir que esté tranquilo maldición, y repíteme la historia.

- Me llamo Nicolae, aunque me llaman Nikki «El mudo» porque no me gusta hablar. Nos conocimos en el orfanato, y hemos coincidido en el correccional varias veces. He hecho un poco de todo, robar, cobrar deudas y para otros he llevado chicas, pero nunca ha sido con gente que estuviera realmente conectada.

Bajo la apariencia vigilante y amenazadora de Mihai, Nico seguía viendo al niño asustado que él había conocido. Hacía mucho tiempo que sus vidas se habían separado, caminos opuestos que ahora de nuevo se habían cruzado. Pero esta vez era Nico quien necesitaba ayuda.

C H A C A L  | JJK LIBRO #3Where stories live. Discover now